En la Plaza de Uncibay, muy cerca de la fuente El Baño de Diana, se encuentran estas esculturas que representan "El rapto de las Sabinas" relato clave de la leyenda fundacional de Roma. En la que los romanos secuestraron a las mujeres de una tribu vecina, los sabinos, para resolver la escasez de mujeres en sus tierras.
Los sabinos buscaron vengar la afrenta, pero la guerra entre ambas tribus fue parada en el último segundo por las propias mujeres, que se interpusieron entre ambos ejércitos, consiguiendo así la paz y una alianza para todos ellos.
Este conjunto tambien es obra del escultor malagueño José Seguiri.