Escrito por John Doe.En 1858, Edgardo Mortara, un joven judío que vive en Bolonia, Italia, es bautizado en secreto y separado por la fuerza de su familia para ser criado como cristiano. La lucha de sus padres por liberar a su hijo se convierte en parte de una batalla política más amplia que enfrenta al papado con las fuerzas de la democracia y la unificación italiana, esta es la base de "El rapto" lo nuevo de Marco Bellochio.Marco Bellocchio, recientemente premiado en Cannes con la Palma de Oro Honorífica en 2021, vuelve al largometraje tras su breve incursión en el mundo de las miniseries con “Exterior Noche” (2022). Ahora, tras pasar por Cannes y ganar el premio a Mejor Guion en el SEMINCI de Valladolid, llega a las salas “El Rapto” (2023), una historia real que conmocionó a las comunidades cristiana y judías del siglo XIX y puso en jaque al Papa del momento, Pio IX.El guion, confeccionado a ocho manos por Susanna Nicchiarelli, Daniela Ceselli, Edoardo Albinati y el propio Bellocchio, se toma su tiempo para construir la trama con tres puntos de vista esenciales: la de los padres de Edgardo, Marianna y, más concretamente, Momolo Mortara, el Papa Pio IX y, obviamente, el propio Edgardo. El fragmentar el film en tres mundos tan distintos consiguen introducirnos, con calma y tomándose su tiempo, a veces incluso con demasiada parsimonia, en las realidades de cada punto de vista, creando una curiosa guerra entre dos culturas y religiones totalmente distintas a la vez que nos muestra la inocencia y aspiración por encajar en el universo en que habita un niño que ha sido forzado a seguir unas normas y reglas que no entiende y se limita a cumplir lo que le han sido impuestas.El reparto está bastante sobrio y mimetizado con sus personajes. Destacan Enea Sala, que se encarga de dar vida al jovencísimo Edgardo en su etapa más conflictiva y cruda a nivel emocional, cuando es secuestrado y forzado a tomar una vida completamente distinta. Sala consigue transmitir una melancolía y desconexión con el hogar fraternal a la vez que aporta ternura, una ardua tarea para alguien de su rango de edad y consigue salir victorioso. Fausto Russo Alesi, habitual, ya, en la filmografía de Bellocchio con “El Traidor” (2017), “Vincere” (2009) o la ya citada “Exterior Noche”, interpreta al padre de Edgardo, Momolo y, aunque a veces roza ligeramente la sobreactuación, brinda una interpretación contenida que explota en los momentos más dramáticos y consigue emocionar. Finalmente, también destacar el trabajo de Paolo Pierobon, otro actor habitual de Bellocchio, que da vida al Papa Pio IX. Pierobon brida una interpretación ajustada y metódica al construir un personaje que, aunque sea algo unilateral, desprende egoísmo, avaricia, poder e incluso crueldad y dolor. Bellocchio dirige de forma clásica y no arriesga demasiado, aunque funciona y se nota que hay una mirada experimentada detrás de las cámaras. Sí que es verdad que quizás Bellocchio tiende en querer enfatizar en demasía momentos que cree que son cruciales para la trama, teniendo poca confianza en el espectador, asegurándose de que no se pierda en la narración. También juega un poco con algunas metáforas visuales que, aunque sencillas, funcionan y aportan una buena conexión con el relato. El director de ochenta y cuatro años sigue trabajando los colores, luces y sombras con delicadeza junto al director de fotografía, Francesco Di Giacomo, con quién ya había colaborado en “Exterior Noche” y también pudimos ver en “Martin Eden” (2019), película que destacaba por la calidad de sus imágenes.La producción es bastante buena. La recreación del siglo IX está bastante conseguida, las localizaciones son bellas y brillan los grandes jardines y las estancias del Papa, aunque se echan en falta elementos más reconocibles del Vaticano. Destaca el cuidado con las que son tratadas las dos religiones, sus costumbres y entornos, aportando una riqueza narrativa al retratar las estancias y decoraciones de las vidas judías y cristianas de la época. Lo que más destaca es, sin duda, el diseño de vestuario. Los atuendos papales y los trajes judíos de esos tiempos dan mucho juego y el equipo detrás ha sabido sacarle mucho jugo y aumentar la riqueza visual del film.En cambio, y por desgracia, Fabio Massimo Capogrosso, el compositor del film, no ha sabido encontrar una melodía que termine de encajar dulcemente con su narración, y sus partituras tienden a exagerar demasiado sus momentos dramáticos hasta llegar al punto de hacerlas caricaturas de lo que deberían ser. En opinión personal, los actores hacen un trabajo suficientemente emotivo y las canciones escogidas llegan a ser ridículas. Finalmente, siendo un trabajo complicado con sus tres puntos de vista, el montaje es correcto, aunque sí que es verdad que se debería haber reducido un poco su duración y quizás haber evitado algunas repeticiones innecesarias.En resumen, “El Rapto” es una buena cinta que muestra un caso real no muy conocido por el público en general y que logra introducir al espectador en el mundo religioso y familiar del cristianismo y el judaísmo del siglo IX con soltura. Una película que hará las delicias de los fanáticos del mundo teológico.
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- ##check## Lo bueno
- El diseño de producción y vestuario.
Su reparto principal.
Un guion que, aunque es funcional, se disfruta.
- ##times## Lo malo
- La banda sonora. No está para nada bien escogida.
Su duración puede parecer excesiva.
La repetición de algunos conceptos tiende a parecer innecesaria.
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- Ambientación 8.5
- Gran diseño de producción y delicioso vestuario.
- Desarrollo de Personajes 7.0
- Buena dualidad del protagonista y los grandes pilares que le rodean.
- Argumento / Guion 6.0
- Guion funcional que no crea muchas complicaciones y disfrutable.
- Banda Sonora 3.0
- Lo peor sin duda de la cinta.
- Entretenimiento 5.5
- Puede parecer algo larga, pero la variedad de sus situaciones entretiene.
- Montaje / Innovación técnica 5.0
- Correcto, aunque tiende a repetir situaciones que podrían obviarse.
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- Puntuación Total 6.5 / 10