Ya vimos en artículos anteriores, y más concretamente en aquellos que dedique al vudú, como los procesos de sincretismo desarrollados en América del Sur entre el cristianismo y las creencias llevadas allí por las poblaciones de esclavos originarias de África ha dado lugar a un rico substrato, del cual han surgido numerosas religiones y movimientos espirituales modernos.
En relación al movimiento rastafari, al que dedicamos el presente artículo, no sorprenderemos si al consultar a la mayoría de la población sobre el mismo sus conocimientos apenas irán más allá de indicar su origen jamaicano, su vinculación con un tipo de peinado concreto (que no es exclusivo de este movimiento aunque, por razones de asimilación, haya acabado recibiendo el nombre del mismo), y la existencia de algunos seguidores famosos como el célebre músico Bob Marley, cuyas canciones favorecieron la popularización de este fenómeno a escala mundial.
Mas sorprendente resultará a mucha gente la idea de que dicho movimiento rastafari es considerado por numerosos especialistas como una religión, aunque otros niegan esto al considerar que no existe una organización suficiente del culto y el ritual. Nos encontramos, como mínimo, ante una serie de creencias religiosas de tipo mesiánico que se sostiene sobre una idea central: Haile Selassie I, último emperador de Etiopía, era la reencarnación de Cristo. Dicha idea debe ser entendida por el contexto en el que surge. Así, vemos como este movimiento mesiánico se desarrolla en algunas de las zonas más oprimidas de Jamaica, en buena medida como reacción por la situación social de estos grupos bajo presión colonial y en contra de las doctrinas oficiales de la Iglesia Católica, vinculada a las élites dirigentes del país.
Por tanto, y pese a contener gran cantidad de elementos propios de las religiones africanas el texto fundamental de la doctrina rastafari es la Biblia. Los miembros de éste movimiento se consideran así mismos, sorprendentemente, como descendientes del pueblo de Israel, y por tanto parte del pueblo elegido por Dios. Esto se explica porque los europeos habrían arrebatado los textos sagrados a los africanos tras esclavizarlos. La tierra prometida de este “pueblo elegido” no es otra que África a la que identifican con la Sión bíblica, mientras que Jamaica es equiparada a Babilonia. Por tanto, éste pueblo elegido se encuentra desterrado de su lugar de origen a la espera de que, algún día, su lider, Haile Selassie, también conocido como Ras Tafari, los guíe de nuevo a su hogar.
Aunque en su origen el movimiento estaba cerrado a miembros de raza blanca con el paso del tiempo se ha producido una apertura a miembros de ésta. Su carácter pacifista, junto con un sistema social de tipo comunitario y sus similitudes a ciertos movimientos de “anarquismo religioso” lo convirtieron, junto a la popularización de la música reggae, en un fenómeno muy atractivo para amplios grupos de jóvenes a partir de los años setenta.Mucho más en... http://selvadelolvido.blogspot.com/