La artista forense Fiona Glass es la mejor en su campo, pero necesita un cambio. Su habilidad para interpretar los recuerdos de las víctimas de brutales ataques la lleva a recrear los rostros de sádicos criminales, lo que ha acabado por pasarle factura. Solo la tenaz insistencia del jefe de policía Jack Bowman consigue que posponga su decisión.
Jack está intentando dar caza a un asesino en serie que se dedica a secuestrar a adolescentes. Pero lo que parece una tarea sencilla acaba complicándose, sobre todo por la abrasadora atracción que siente por la tentadora Fiona.
Jack jamás quiso que Fiona acabara tan profundamente involucrada en el caso… ni en su vida. Y ahora que el asesino la tiene en el punto de mira, la única manera de mantenerla a salvo es desentrañar los más oscuros secretos de un pequeño pueblo, secretos que han dejado un rastro realmente aterrador…
El rastro del miedo está escrito en tercera persona. Es un narrador ideal para conocer, como si estuviéramos viendo una película, todos los pasos que van siguiendo los personajes de la novela.
Los dos personajes principales, Fiona y Jack, me han parecido a la vez estereotipados y originales. Me explico: si miramos a uno sin el otro, son personajes que están bien perfilados, pero cuando entran en esa relación que no es relación, enseguida se convierten en personajes estereotipados. Ella está insegura porque cerró su corazón al amor, y él siempre ha sido un solitario sheriff de un pueblecito pequeño. ¿Entendéis lo que quiero decir?
Al margen de esto, es una buena construcción, los personajes están bien desarrollados y bien caracterizados.
En la novela se superponen dos actos: por un lado el caso que está investigando Jack y para el que pide la ayuda de Fiona, y por otro lado la relación que comienzan a mantener estos dos personajes. Me ha parecido una mezcla bastante extraña, para qué engañaros; sin embargo, he de decir también que es muy original. Una decisión arriesgada que podría haber quedado mucho peor.
En primer lugar, he de deciros que cuando me di cuenta de que era mezcla de romántica y policíaca, no me agradaba mucho, no apostaba porque funcionara esta fusión; a mi parecer, no me equivoqué. No me ha agradado mucho esta mezcla, y pienso que si se hubiera quedado solo en la policíaca habría estado mucho mejor la novela.
En segundo lugar, sí que me ha gustado la parte de la investigación, prometía mucho como trama independiente, y además no queda resuelta del todo, o no me parece que el final que se le da al caso sea el más apropiado. Pero sí que me ha gustado la trama en sí.
Por último, quiero deciros que si os gusta mucho la novela romántica, puede que disfrutéis mucho más con ella que yo, que quizá es porque no soy fan acérrima de la novela romántica y sí lo soy de la policíaca. No sé, en fin… que creo que a los amantes de la romántica sí podría gustarles El rastro del miedo.