El Real Madrid que se las prometía muy felices el pasado sábado ha visto como en apenas cinco días ha pasado de ser el líder de la Liga a ocupar el tercer puesto a tres puntos del primero, el Atlético y a dos del Barça. Si antes del pasado fin de semana todo era alegría y esperanza en el equipo blanco, ahora mismo el panorama es negro tras dos derrotas seguidas que pueden costarle el título de Liga. Sí, queda mucho campeonato por delante, pero lo cierto es que el estado de ánimo del madridismo tras dos derrotas seguidas no es precisamente optimista. Es lo que tiene encajar dos derrotas seguidas. Lo que hace cinco días era de color de rosa en el madridismo, ahora se ha vuelto negro tras dos derrotas seguidas que le pueden haber costado la Liga.El Real Madrid, el madridismo, necesitaba ganar en el Sánchez Pizjuán para recuperarse de la derrota en el Clásico del pasado domingo. Lo cierto es que los blancos afrontaron el partido con ese espíritu de buscar el triunfo lo antes posible para paliar el KO ante el Barça. Lo cierto es que los blancos comenzaron muy bien dominando a un Sevilla que hacía lo que podía para achicar el peligro de los blancos comandados por Modric, Cristiano y Benzema.
El primer gol blanco parecía que no iba a tardar y así fue. Falta botada por Cristiano que dio en Bacca y eso descolocó a Beto que no pudo hacer nada para evitar el 0-1 en el minuto 14. Las cosas se le ponían muy bien para el Real Madrid que parecía que no iba a tener problemas para sumar tras puntos importantísimos en Sevilla. Sin embargo, el equipo blanco falló por donde parecía imposible. Xabi Alonso, el seguro blanco mostró su lado más fallón y por ahí comenzó el Madrid a hacer aguas. Mientras Illarra, el sustituto del sancionado Di María estaba cumpliendo, Xabi Alonso fallaba a la hora de cortar y pasar. Su especialidad. Por ahí comenzó a hacer aguas el Madrid y el Sevilla lo aprovechó para que Bacca pusiera el 1-1 tras un pase de Reyes que aprovechó un fallo de Xabi Alonso.
El Madrid quedó tocado con ese empate inesperado y eso lo dio aire al Sevilla, pero no el suficiente para remontar. El equipo blanco se rehízo y buscó de nuevo adelantarse en el marcador. Ocasiones tuvo para hacerlo, pero ni Benzema, ni Bale, ni Cristiano, ni Illarra acertaron a batir a Beto. Con el 1-1 se llegó al descanso de un partido que el Madrid necesitaba ganar sí o sí, pero que estaba mostrando debilidades por la parte más inesperada: Xabi Alonso. Se llegó al descanso con ese 1-1 y en la reanudación, el Real Madrid fue a por la victoria porque no le quedaba otra, pero apelando a la paciencia, moviendo el balón de banda a banda hasta encontrar el hueco.
Los blancos eran los que dominaban claramente el partido, pero peligro real creaban muy poco ante un Sevilla que se defendía con cierto orden y que lo fiaba todo a la velocidad de Reyes y Bacca para dar la sorpresa. Así estaba el partido cuando llegó el minuto 72 y apareció un hasta entonces desaparecido Rakitic que se sacó de la manga una acción de genio para dejar a Bacca ante Diego López que no pudo atajar el disparo del jugador del Sevilla que ponía el 2-1.