10/10
Quién podría negar las características de nuestra benemérita época actual donde vivimos pendientes de relojes, saturados de imágenes de videoclip, medios de comunicación y tecnología de avanzada aplicada en todos los campos; en el cine esto último viene dado, por supuesto, por el uso del 3D y el CGI. Muchos de esos avances están también al servicio indiscutible de satisfacer esa obsesión por la felicidad, el sentirse bien, pleno, satisfecho y realizado. Ahora las cosas han cambiado tanto que esa maravillosa vuelta a los casi orígenes de la animación que ya Sylvain Chomet realizara con las maravillosas trillizas de Belleville hacen que El Ilusionista termine por ser una opción para un escaso grupo de nostálgicos que nos criamos con films como Bernardo y Bianca. De hecho, en mi caso, viendo el ilusionista me sentí como cuando fui a ver al cine con apenas 6 años a ese par de ratoncitos heróicos.Muchos ya sabrán cuánto odio eso de darle caña al espectador cuando se habla de un film; como siempre decimos: para gustos colores. Asique cuando me puse a leer comentarios de usuarios del IMDB entendí que era de esperarse que muchos pensaran que El ilusionista es un film lento, aburrido. Lo que me extrañó no obstante es que casi el 70 % de los comentarios que leí destacaba el aspecto visual y reprochaba el argumental. Y es ahí donde quisiera que todos reflexionaramos un poco, porque si hay algo que podría decirse de El Ilusionista a groso modo es que la historia es simple y hasta predecible en su mensaje: un ilusionista que se ve marginado de su oficio ante el avasallante progreso del modernismo, un hombre que termina por aferrarse a la única persona que encuentra de casualidad en el mundo que parece creer que la magia existe, bla, bla.
El film no tiene prácticamente diálogos y es tan melancólico y triste que muchos también han criticado la falta de humor y hasta el final poco
Este film no cuenta nada del otro mundo porque a mi humilde entender cuenta algo tan real como la vida misma. No lo vería como un tributo a la figura de Tati, aun cuando se le parezca tanto, porque el propio Tati no la escribió para autohomenaje
¿Pero porqué el púb
Un film sensible pero duro, que expone pero no impone. Un film realista porque no vende artificios de colores ni siquiera al final, un final que sorprende porque con un simple detalle lo dice todo. ¿Es responsabilidad del cine- como del arte en general- siempre terminar dando un mensaje de esperanza? No es el caso de El ilusionista, sépanlo de antemano.