Es imposible que votes a miserables y corruptos codiciosos si tienes hijos y deseas dejarle en herencia los bienes que has ahorrado porque el Estado que ellos controlan se los arrebatará con un Impuesto de Sucesiones indecente e injusto. Cualquier padre español no puede votar a los actuales gobernantes porque ellos garantizan a tus hijos un futuro de desempleo y pobreza. Tampoco les votarás si temes que los inmigrantes delincuentes que llegan sin control te asalten o asesinen o si tienes miedo a perder tu pensión, de la que dependes para vivir, porque el gobierno derrochará y arruinará el país hasta dejarlo en la pobreza y sin capacidad de seguir pidiendo créditos.
¿Quién vota, entonces, a esa chusma sin valores ni méritos?
Pocos, aunque en el recuento de las urnas figuren muchos votos. Las matemáticas y el análisis razonable dicen que no pueden cosechar más de un 25 por ciento de votos, aunque en el recuento figuren muchos más. Es metafísicamente imposible ganar unas elecciones con todos los colectivas afectados en contra y siendo enemigos de la libertad, de la decencia, de la democracia y de la misma España, a la que humillan y aplastan. Por eliminación, sólo pueden votarle los militantes de sus partidos, entre los que se reparten el botín del poder y reciben regalos injustos y mafiosos, como puestos públicos bien remunerados, contratos amañados o subvenciones trucadas. Les votan también los colectivos que reciben subvenciones en masa, como los gays, lesbianas, transexuales, etc. Los corruptos también les votan, como los sinvergüenzas, los que ganan contratos a dedo y los que son mantenidos sin trabajar, entre los que abundan los inmigrantes. Los chorizos y criminales les votan porque nunca esa chusma se sintió tan impune.
Resumiendo, al actual gobierno le vota el basurero y le rechaza el resto de España, sobre todo lo que podríamos llamar la "España digna y decente", que, por fortuna y milagrosamente, todavía es mayoritaria.
Si después de leer este artículo y de analizar imparcialmente el panorama resulta que el actual gobierno gana las elecciones, la razón y la lógica te dirán que es, seguramente, porque ha habido fraude.
El panorama descrito en estas líneas es la verdad cruda, con toda su dureza, una verdad que el gobierno se esfuerza con ocultar y disfrazar gastando, para lograrlo, cientos de millones de euros en propaganda, mentiras subvencionadas y compra de trolls, influencers, periodistas sometidos y medios corrompidos.
Francisco Rubiales