Tras la alegría del embarazo y los nervios del parto empieza una nueva vida para los padres. A continuación mostramos los consejos más útiles para los primeros días.
El ombligo
Hay que tener cuidado de que se mantenga en buenas condiciones de higiene. Sobre todo que permanezca seco el mayor tiempo posible. Hay que lavar diariamente con agua y jabón hasta que se caiga, lo cual suele suceder entre los cinco y los quince primeros días de vida del niño.
El baño
Elegir un momento de tranquilidad. Es posible que las primeras veces llore, pero pronto se acostumbrará disfrutando del baño.
Conviene tenerlo todo preparado con antelación. Procure que no haya corrientes de aire. La temperatura del agua debe estar en torno a unos 27 grados centígrados. No es necesario llenar la bañera por completo. Utilice jabón neutro.
Debe sujetar al bebé sobre su brazo mienras le lava. Después debe secarlo bien y aplicarle ocasionalmente una crema hidratante.
El aseo
La nariz del bebé puede llenarse de mucosidad con mucha facilidad. Lávela con suero fisiológico y una gasa.
Los oídos deben limpiarse de forma superficial con los bastoncillos. Nunca extraiga la cera del oído ni introduzca ningún tipo de objeto en el orificio.
Las uñas del bebé deben cortarse ligeramente curvas en las manos y rectas en los piececitos.
El descanso
La habitación del bebé debe estar ventilada y tener luz natural. No coviene que contenga demasiados objetos que acumulen polvo y suciedad. La temperatura debe ser de unos veinte grados centígrados.
Acueste al bebé boca arriba, mejor sin almohada, sobre un colchón más bien duro.
Cuide que no lleve la cadena del chupete, imperdibles o baberos que puedan causarle ahogo.