Ayer fue uno de esos días de locos en los que, cuando llegas a casa, te ríes del esfuerzo que hacen los que corren la maratón de Nueva York porque sabes que tú eres capaz de hacer eso multiplicado por tres. A las nueve de la mañana cogí la mochila y me fui de excursión a Madrid para volver a mi casa doce horas después. Eso sí, la última hora y media la dediqué a perder otro partido de pádel que es algo a lo que, por otra parte, me empiezo a acostumbrar. Pero de esto ya hablaremos otro día.
La mañana comenzó a las diez acudiendo al open day de una agencia de comunicación al que no tenía previsto asistir pero al que me alegro infinito haber ido. Me alegro porque pude descubrir marcas nuevas que me gustaron mucho y porque pude ver las novedades, para el verano que viene, de otras marcas que ya conocía y de las que me viene muy bien tener información actualizada para ir enseñándoosla -yo, aunque no os lo creáis, pienso mucho en vosotras-. Y también me alegra haber ido porque hoy, que tengo la bandeja de correo saturada y no mucho tiempo para escribir un post, puedo tirar de imágenes de uno de los cd-rom que me dieron y, sin esforzarme demasiado, enseñaros cosas que, no sé si os van a gustar, pero que sí os van a interesar y mucho.
Os cuento, una de las marcas que conocí ayer es LAF una firma de joyería que tiene la licencia de PLAYMOBIL para realizar joyas basadas en sus famosísimos productos. Nada más ver todas las joyas que había expuestas en la agencia pensé que, al final, eso de que “a quien madruga, Dios le ayuda” va a ser verdad. Tenía en mis manos el regalo del padre de los próximos cinco años.
Ya sabéis, os lo he contado muchas veces, que todos los miembros de mi familia -salvo, evidentemente, la que suscribe- son muy frikis y cuando “les da por algo”, les da más que a nadie. Es por eso que la mitad de mi casa está “okupada” por todos los protagonistas de Star Wars -los buenos y los malos que aquí o hacemos diferencias- y sus correspondientes naves espaciales y, la otra mitad está invadida por cientos de figuras de Playmobil en cualquiera de sus versiones: piratas, bomberos, policías, cowboys, princesas, romanos, astronautas, futbolistas… Por tener tengo hasta a San José, la Virgen y el Niño Jesús a los que acompañan, como no podía ser de otra manera, el ángel, la mula y el buey.
El responsable de estas invasiones es, ya os lo imagináis, el Gran Friky, es decir, el señor que vive en mi casa y es el padre de mis hijos a quien ayer, cuando le enseñé las imágenes que vais a ver ahora, se le iluminaron los ojos de tal manera que por un momento pensé que le iban a llenar de lágrimas de la emoción. Pocas veces ha prestado tanta atención a alguna de las cosas que le enseño. Rectifico, nunca ha prestado tanta atención a ninguna de las cosas que le he enseñado en los últimos cinco años.
Conclusión: para estas Navidades creo que le pediremos a Sus Majestades el llavero que vais a ver. Luego tenemos cuatro o cinco pares de gemelos que pueden regalarse, sucesivamente, en los días del padre de los próximos cinco años. La colección que os enseño es la del Oeste pero la próxima, que ya está a punto, es la de los piratas por lo que las navidades 2015/16 y otras celebraciones ocasionales también están solucionadas.
Resumiendo, yo me he quitado una preocupación de encima. Decidme, si tenéis “friky” señores que viven en vuestras casas y son los padres de vuestros hijos, que no os ha venido de perlas este post…
¡Ah! El problema es que con este descubrimiento a mí me empiecen a regalar pulseras con cowboys o anillos con caballitos -que también los hay- y me quede sin los pedruscos -en cualquiera de sus modalidades- que tanto tiempo llevo anhelando.
Feliz fin de semana.
Otro ¡Ah!: En la web de LAF hay tienda online y ahí también podéis ver las tiendas en las que se venden.