En los últimos años estábamos viendo una actitud diferente por parte de las autoridades cubanas ante los disidentes. Muchas actividades prohibidas estaban siendo toleradas y cuando se producían detenciones, los disidentes no eran encausados sino eran mantenidas unas horas o unos días detenidos y a veces les confiscaban teléfonos y computadoras.
Hace dos años, cuando comenzó el deshielo la represión se intensificó, pero no cambió de forma. Más disidentes eran detenidos pero solo eran mantenidos presos unas horas o días y después liberados.
El régimen se sentía confiado en que por más actividades que hicieran los disidentes no representaban ninguna amenaza mayor para el sistema y podían darse el lujo de ser represivos pero “magnánimos”. Se ejercía una represión sutil.
Pero algo sucedió tras la muerte de Fidel Castro que hizo que el régimen se sintiera inseguro y cayera en un estado de temor que le hizo re-evaluar su política de manejo de los disidentes.
De repente la represión arreció, la tolerancia disminuyó. Disidentes como Dagoberto González fueron citados y advertidos, se recrudecieron las detenciones a miembros de UNPACU, Damas de Blanco, Somos+, Periodistas Independientes, y otros.
El Sexto fue detenido y golpeado por pintar un Grafiti alusivo a la muerte de Fidel Castro. Eduardo Cardet, un médico que fungía como Coordinador Nacional del Movimiento Cristiano Liberación, fue también detenido bajo cargos falsos y salvajemente golpeado. Ahora ambos han sido encausados, serán sometidos a juicio y seguramente condenados a varios años de cárcel.
O sea, el gobierno ha cambiado su modus operandi. Y si antes se decía que el hecho de que Fidel estuviera vivo constituía un freno para que Raúl pudiera implementar las reformas que quería, hoy con Fidel ya muerto el régimen ha entrado en un estado de pavor y está recurriendo a la represión totalitaria que se conoció por décadas.
Eso comprueba que el gobierno cubano era más Castrista que Marxista y que hoy siente que el pilar que le daba soporte ha desaparecido y tienen miedo, pavor de que pierdan el poder y puedan ser juzgados por los crímenes cometidos. Hoy sienten que tienen menos apoyo del pueblo, lo cual se sabía. Hoy sienten que la oposición ha ido ganando fuerza.
También hoy sienten que la apertura de Estados Unidos no solo les abrió los ojos a los cubanos, sino que han perdido el pretexto del yanqui amenazador a quien echarle la culpa por todas fallas del sistema castrista. Se han quedado desnudos, no saben qué hacer y tienen que recurrir a lo que ya conocen: La represión totalitaria.
Por eso han cambiado su forma de control, y ante el miedo a perder el poder, han tenido que convertir el Patria o Muerte en Represión o Muerte.