Teresa Álvarez, víctima del franquismo, en la Audiencia Nacional. Foto: EFE/Juan Carlos Hidalgo
“Es el día más feliz de mi vida porque alguien me ha escuchado. Me ha escuchado un juez”. Amarga felicidad la de Teresa Álvarez, quien a sus 93 años pudo relatar por fin el jueves pasado las atrocidades que sufrió su familia tras la toma de Asturias por el ejército franquista. Abuelo y un hermano desaparecidos (asesinados), padre torturado y otro hermano encarcelado y una vez libre exiliado a Argentina. La escucharon el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu y la jueza argentina María Servini, que investiga desde su país los crímenes que la justicia española considera prescritos. La jueza se encuentra desde hace algunos días en España tomando declaración a varias víctimas de la dictadura que por su avanzada edad no podían viajar a Argentina, y se ha encontrado con la inesperada y bienvenida colaboración del juez Andreu, muy crítico con la reforma legislativa del gobierno español que restringe la aplicación de la Justicia Universal.
Un par de días antes eldiario.es destapó que el fundamentalista católico Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, acude regularmente al franquista monumento del Valle de los Caídos a “meditar”, donde los monjes benedictinos que se mantienen en el lugar rezan por Franco y José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange. En el Valle de los Caídos “descansan” los restos de miles de víctimas de la Guerra Civil sin identificar. En su construcción, que se prolongó durante dieciocho años, se utilizó a presos políticos, un número indeterminado de los cuales murió en las obras.
El contraste entre ambas informaciones resultaría sonrojante de no ser porque al actual gobierno español y a buena parte de la cúpula judicial los crímenes del franquismo le resultan indiferentes. Forman parte de un pasado que no quieren destapar de ninguna manera, entre otras cosas porque buena parte de la estructura de poder que controla este país es heredera de ese régimen.
Fotomontaje de la revista satírica ‘El Jueves’
“¿Qué hace éste escribiendo sobre la represión franquista el día en que el rey abdica?” Pues sí, me habéis “pillao”. El artículo lo empecé a escribir anoche y esta mañana cuando me disponía a completarlo me encuentro con la noticia del siglo. ¿Que por qué he decidido mantener el mismo texto? Pues porque la monarquía española se encuentra en el núcleo duro de esas estructuras de poder que emanan del franquismo. Juan Carlos de Borbón fue designado sucesor del dictador por el propio dictador y 39 años después, cuando decide que se larga, el pueblo tampoco va a poder elegir entre perpetuar el mismo régimen o romper definitivamente con él. Es el momento de un referéndum por la república, de apostar por una democracia real, pero nos van a volver a arrebatar el derecho a decidir en nombre de la sacrosanta Constitución. Así que en breve tendremos a un nuevo rey no democrático, Felipe VI, que dicen que está muy preparado. Pues si es verdad, como declaraba esta mañana Pablo Iglesias, líder de Podemos, azote de la casta y nuevo demonio antisistema para la “oligocracia”, “si Felipe de Borbón cuenta con la confianza de los españoles que se presente a unas elecciones”.
Desde los grandes medios van a bombardearnos con loas al ex rey. Nos van a volver a repetir, todas las veces que haga falta, su importancia vital para la democracia española y su papel fundamental en la unidad de España y la convivencia. Vamos a escuchar a docenas de ilustres figuras de la política y las élites económicas insistir hasta la saciedad en las bondades de la monarquía, un patrimonio de valor incalculable para todos los españoles. Tan valioso que incluso los dirigentes de un partido supuestamente republicano como el PSOE van a convenir que no es el momento de plantearse referéndums (aunque, claro, también se supone que es socialista). Apoyo unánime a Felipe de Borbón, un hombre muy preparado.
La única verdad es que todas esas declaraciones tienen un único objetivo común: que nada cambie.
En el Parlamento va a tener que haber debate, eso no lo van a poder impedir porque aunque Franco lo dejó todo atado y bien atado quedó pendiente un pequeño detalle que la casta política no ha sido capaz de abordar hasta hoy: la sucesión debe llevarse a cabo mediante una Ley orgánica que no existe. Así que debate parlamentario va a haber y se escucharán las voces de los partidos progresistas reclamar la república.
PPSOE se han encargado de que la hasta hace cuatro días innecesaria abdicación se lleve a cabo ahora por la vía de urgencia aterrorizados ante la posibilidad de que en año y medio no cuenten con diputados suficientes para impedir la convocatoria de un referéndum. Pura estrategia para alargar la agonía de un régimen podrido.
De momento esta tarde cientos de miles de personas van a salir a la calle a reclamar democracia. La convocatoria de concentraciones en las plazas de innumerables pueblos y ciudades ha corrido como la pólvora en las redes sociales. Será a partir de las 20 horas. Volverán a hacer oídos sordos al pueblo, pero por mucho que disimulen, y como escribía hace justo una semana, ahora sí, el miedo ha empezado a cambiar de bando.