El régimen regala “carros viejos” a médicos resistentes

Publicado el 17 diciembre 2016 por Yusnaby Pérez @yusnaby

La escasez de médicos en Cuba es una situación que se hace latente en las entidades hospitalarias. Cada vez son más los galenos que se van a cumplir misiones fuera de la isla con el objetivo de mitigar en gran medida la miseria en la que viven los profesionales de la salud y sus  familiares más allegados.

Otros médicos, permanecen en los hospitales, soportando largas horas de trabajo y condiciones infrahumanas. Lo hacen muchas veces por amor a la profesión o por razones que les impiden irse de misión.

Para los resignados, que siguen al pie del cañón, el régimen ha implementado un sistema de estimulación, consistente en la entrega de un auto gratuito.

No crean bajo ningún concepto que se trata de un hecho sistemático. Las entregas son aisladas, y cuentan con la autorización del más alto nivel del Ministerio de Salud Pública.

Es precisamente el Ministro de Salud, quien autoriza la entrega de estos vehículos, reconociendo la integridad ética, política e ideológica y el desempeño profesional, según destaca el Ministerio de Salud Pública de Cuba.

Este auto gratuito, no es ni por asomo un auto nuevo, ni cero millas, es un auto que ya ha rendido frutos ilimitados desde instancias estatales y que ahora cambia de dueño, así de simple.

Desde la ciudad de Holguín, nos llega el testimonio del circo implementado, con motivo de la entrega de un carro viejo, a un profesional de la salud en el Hospital Clínico Quirúrgico Provincial Lucía Iñiguez Landín.

El premiado por el régimen fue el Dr Rosell Batista Feria.

El dictamen de entrega notifica por escrito que: “Después de un proceso de análisis riguroso, usted ha sido seleccionado por sus méritos y aportes para recibir un auto en nombre de nuestro pueblo. Muchas felicidades…”

Anteriormente, algunos médicos de Cuba, obtenían sus carros, nunca nuevos, a través de cartas ministeriales que les concedían este derecho.

Cientos de médicos cubanos se quedaron con estas cartas guardadas, pues nunca pudieron  comprar sus autos, ya que las cartas eran entregadas sin respaldo efectivo de vehículos.

Muchas veces los médicos, compraron carros en efectivo y al contado, los cuales tenían falta de piezas imprescindibles para su funcionamiento. No fueron pocos los doctores, que tuvieron que pedir gomas a familiares o pacientes, en calidad de préstamos para poder sacar estos carros de los lugares designados para este tipo de ventas, evitando así que se agotaran.

Con información de Redes Sociales.

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