Emprendo el regreso.
A la vera del camino
veo mis partes heridas,
las que deje que mutilaran.
Con los ojos abiertos
las reconozco
y me perdono por ello.
Las voy recogiendo,
sanando,
recomponiendo.
Duele,
es un canto lastimero
pero es un himno de vida.
Una iniciacion más.
Mi ser afina su música
y reconstruye su hogar.
Mi alma escribe,
mis entrañas, hablan.
Es un momento mágico.
Gabriela Collado