En mi calidad de coordinador del Seminario Humanístico de Zafra asistí a la reunión del sábado 3 de octubre de los responsables de las seis Aulas Literarias vinculadas a la Asociación de Escritores Extremeños con el objetivo de coordinar nuestras actividades para esta temporada 2015-16, presididos por el amigo escritor Juan Ramón Santos en la correspondiente sede ubicada en Agustina de Aragón de Badajoz. La sede de la Asociación de Escritores de la calle Agustina de Aragón no puede estar en mejor sitio ya que (aparte de compartir espacio con el Ateneo de Badajoz) es una calle muy familiar para mí llena de tardes literarias porque unos portales más abajo vivió hasta inicios de los 90 don Juan María Robles Febré, el poeta fundador de la editorial Kylix, y que el destino ha querido que, siguiendo su ejemplo pionero de divulgación de la cultura, se emplazara en su misma calle, años después, varias asociaciones en pro de la cultura en las que ahora nos reunimos los escritores para seguir cociendo proyectos y sentimientos. Hay en las aulas unos criterios claros de promoción de las letras por las que se rige el perfil de los invitados que favorecen la multidisciplinariedad de las aulas y, en este año, contaremos con la presencia de la realidad escénica a través de un dramaturgo del que pronto daremos conocimiento y de un puñado de poetas y novelistas. El encuentro (más bien, reencuentro para algunos de nosotros) propició buena energía y proyectos de futuro que se están consolidando. Todo está preparado para comenzar el curso de las Aulas literarias en Extremadura.
En mi calidad de coordinador del Seminario Humanístico de Zafra asistí a la reunión del sábado 3 de octubre de los responsables de las seis Aulas Literarias vinculadas a la Asociación de Escritores Extremeños con el objetivo de coordinar nuestras actividades para esta temporada 2015-16, presididos por el amigo escritor Juan Ramón Santos en la correspondiente sede ubicada en Agustina de Aragón de Badajoz. La sede de la Asociación de Escritores de la calle Agustina de Aragón no puede estar en mejor sitio ya que (aparte de compartir espacio con el Ateneo de Badajoz) es una calle muy familiar para mí llena de tardes literarias porque unos portales más abajo vivió hasta inicios de los 90 don Juan María Robles Febré, el poeta fundador de la editorial Kylix, y que el destino ha querido que, siguiendo su ejemplo pionero de divulgación de la cultura, se emplazara en su misma calle, años después, varias asociaciones en pro de la cultura en las que ahora nos reunimos los escritores para seguir cociendo proyectos y sentimientos. Hay en las aulas unos criterios claros de promoción de las letras por las que se rige el perfil de los invitados que favorecen la multidisciplinariedad de las aulas y, en este año, contaremos con la presencia de la realidad escénica a través de un dramaturgo del que pronto daremos conocimiento y de un puñado de poetas y novelistas. El encuentro (más bien, reencuentro para algunos de nosotros) propició buena energía y proyectos de futuro que se están consolidando. Todo está preparado para comenzar el curso de las Aulas literarias en Extremadura.