El regreso de los talibanes

Publicado el 23 agosto 2021 por Adribosch @AdriBoschMarti

Afganistán se convertirá en un 'hub' de tráfico de drogas y de totalitarismo islamista. El pueblo, trata de huir.

Luis Losada

La noticia que estos días ocupa el principal espacio en todos los noticieros es la que se refiere al avance incontenible de los talibanes en Afganistán, avance que culminó con el control total del país, así como con el éxodo de miles de desesperados.

Con el fin de entender mejor lo que está ocurriendo, preciso será hacer un poco de historia.

Todo empezó a fines de 1979 cuando la Unión Soviética, haciendo despliegue de todo su poder y prepotencia, invadió Afganistán enviando una fuerza expedicionaria de ochenta mil hombres.

Sin embargo, aquello no fue un paseo militar pera los rusos pues, debido a lo difícil del terreno, los invasores se encontraron con una situación igual o peor a la de los yanquis es Vietnam.

Arabia Saudita, al sentirse amenazada por las tropas comunistas que estaban tan cerca, pidió ayuda a los Estados Unidos.

Ronald Reagan era presidente en aquel entonces y, al ver como su aliado saudí pedía ayuda, no lo pensó dos veces, sino que apoyó en todo lo posible -especialmente con entrenamiento y ayuda logística- a los árabes.

De este modo, a la vez que complacía a Arabia Saudita, debilitaba a su principal enemigo que -en aquellos tiempos de la Guerra Fría- era la Unión Soviética.

Fue entonces cuando empezó a brillar la estrella de Osama bin Laden, un fanático islamista de la peor calaña quien, apoyado por los Estados Unidos, muy pronto se vio dueño y señor de un gran arsenal, así como de un ejército entrenado con las técnicas más modernas.

La estrategia antisoviética seguida por la Casa Blanca en Afganistán dio frutos a mediano plazo puesto que el debilitamiento de la Unión Soviética fue una de las causas de la caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989.

Al apoyar a los integristas afganos y de modo muy especial a Osama bin Laden, los Estados Unidos habían creado un Frankenstein que ni ellos mismos podrían controlar.

Lleno de soberbia, Osama bin Laden se creyó capaz a quien -a pesar de haberlo apoyado- consideraba como el gran enemigo del islam: El imperialismo yanqui.

Eso explica el atentado a las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001.

Entretanto, los talibanes que controlaban casi el 80 por ciento del territorio impusieron el rostro más bárbaro del islamismo ensañándose de manera muy especial con las mujeres a quienes se les niega hasta la más leve posibilidad de recibir educación con miras a superarse.

Consecuencia del derrumbe de las Torres Gemelas fue la invasión de Afganistán por parte de los Estados Unidos, invasión que se llevó a cabo a fines de 2001.

Un auténtico paseo militar debido a que los talibanes apenas si ofrecieron resistencia ante la superioridad tecnológica de los militares estadounidenses.

Y fue así como las tropas de los Estados Unidos permanecieron veinte años en Afganistán.

Hasta que el actual presidente Joe Biden decidió repatriarlas.

Empezó la retirada y los talibanes que hasta entonces habían permanecidos refugiados en las cuevas como si fuesen fieras, iniciaron el avance, un avance que sorprendió al mundo entero pue nadie esperaba que controlasen tan pronto la totalidad del país.

Con el regreso de los talibanes se abre una incógnita no solamente en aquel lejano país sino en el resto del mundo.

¿Cómo afectará a la Unión Europea, a los Estados Unidos y a los países del entorno el hecho de que un puñado de fanáticos controlen Afganistán?

No se vaya a pensar que aquel país es una zona desértica tan solo cruzada por caravanas de camellos. Nada de eso. A pesar de que el país es montañoso en un 75 por ciento, allá pudiera haber petróleo; y si no hay petróleo lo que si se da en abundancia es el cultivo del opio con lo cual los afganos podrían financiarse exportándolo al mundo entero.

Así pues, quizás nos encontremos con que muy pronto se producirán drogas en gran escala que -quiérase o no- habrán de afectar no solamente a la juventud de Asia sino también a la de Europa y quizás a la del continente americano.

Un sistema bárbaro, parecido al que impuso Almanzor en España hace más de mil años. Un sistema en el cual no se reconocen los más elementales derechos humanos y que -como es propio del fanatismo musulmán- su principal obsesión es imponer su religión en el resto del mundo.

Escenas sobrecogedoras nos presentan los noticieros estos días.

Escenas que tienen su explicación en el hecho de que ya los afganos saben como se las gastan los talibanes. Una pesadilla de la cual creían haberse librado y que ahora presenta su más horrible rostro.

Eso explica que, desesperados ante el negro futuro que les espera, hagan hasta lo increíble con tal de escapar...aunque sea colgándose de las alas de los aviones.

Y esto es apenas el principio...

Origen: actuall.com


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