El regreso del hombre hormiga – Crítica de “Ant-man y la Avispa” (2018)

Publicado el 14 julio 2018 por Manuzapata @vivazapatanet

El inconveniente más grande al que se enfrenta una película de superhéroes al afrontar su segunda entrega reside en la necesidad de enganchar al público desde el primer minuto, habida cuenta de que el cartucho del siempre fascinante proceso de descubrimiento de poderes sobrehumanos del protagonista y creación de su identidad secreta ya se ha consumido en el filme primigenio de la saga. El espectador no familiarizado con la historia a través del cómic original, caso de este que escribe, ya conoce al cruzado de turno y al entorno que lo rodea (qué decir del que ha devorado las aventuras en las viñetas), de modo que, o se comienza con brío o ya de inicio se tiene un serio problema de conexión con la platea.

Peyton Reed, que repite en la dirección, sale airoso ante la complicada tarea de convencer al cada vez más exigente aficionado a este tipo de cine ya convertido en género. El cometido se ha cumplido con creces manteniendo y reforzando los elementos que hicieron triunfar a su predecesora.

La secuencia pre créditos nos devuelve al pasado donde el profesor Hank Pym (Michael Douglas) se adentra en el mundo cuántico junto a su esposa (Michelle Pfeiffer) para llevar a cabo una peligrosa misión. Ella quedará aislada en la inmensidad microscópica aunque, ya de vuelta en el presente, el científico y su hija (Evangeline Lilly) descubren que es posible que siga viva y enrolan en el rescate a Scott Lang (Paul Rudd) mientras él se plantea la compatibilidad de la paternidad con su faceta de hombre hormiga.

Cuando se aplica el sentido común a una producción cinematográfica es lógico que el proyecto en cuestión salga a flote, obtenga rendimiento en taquilla e incluso el favor de la crítica. Los responsables de la saga escogieron un tono cómico para relatar las aventuras de Ant-man y dentro de los distintos grados optaron por un humor blanco, para todos los públicos, probablemente el más complicado de desarrollar. No buscaron un realizador curtido en el cine de acción sino con experiencia en comedia y un protagonista versado en hacer reír a la audiencia. Resultaba mucho más práctico que un tipo con talento como Paul Rudd desarrollase abdominales que conseguir que un cachas de póster fuese capaz de transmitir la hilaridad necesaria amén del abanico de emociones que requería el personaje.

La perfección técnica a la hora de rodar, el montaje, el sonido, los efectos especiales, las espectaculares secuencias de acción, se le presumen a un largometraje de esta magnitud; lo difícil de conseguir es el ritmo. En las casi dos horas de metraje no encontramos tiempos muertos, la capacidad de entretener queda intacta, hallamos momentos de ternura paterno y materno filial, hay hueco para el romance y muchas y sanas risas. Como guinda, los más cinéfilos encontramos referencias diseminadas a Viaje alucinante, como no podía ser de otro modo, pero disfrutamos con una sonrisa el guiño a ese Kenneth Branangh primerizo tan Hitchcock, Morir todavía.

Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos

Copyright imágenes  ©  Marvel Studios. Cortesía de Walt Disney Studios Motion Pictures Spain. Reservados todos los derechos.

Ant-man y la Avispa

Dirección: Peyton Reed

Guión: Chris McKenna, Erik Sommers, Paul Rudd, Andrew Barrer, Gabriel Ferrari

Intérpretes: Paul Rudd, Evangeline Lilly, Michael Douglas

Música: Christophe Beck

Fotografía: Dante Spinotti

Duración: 118 min.

Estados Unidos, 2018

Anuncios