El reino, Crítica cruel de la corrupción y la tolerancia

Vista en el 66 Festival Internacional de San Sebastián, Rodrigo Sorogoyen dirige “El reino” una nueva apuesta por el cine de crítica política contado, en este caso, en clave de thriller conspirativo. Sorogoyen vuelve a ponerse en manos del siempre solvente Antonio de la Torre para construir una historia ágil y llena de mensaje que es contada con un ritmo implacable. El reino, Crítica cruel de la corrupción y la tolerancia

Ya mostraba grandes maneras en un trabajo previo “Qué dios nos perdone” película de asesinos en serie y pareja antagónica protagonista. En este caso la historia gira en torno de un político que maneja a su antojo un gobierno regional y toda su cuadrilla de advenedizos. Desde un principio se ve claro que la historia aún siendo poco original será tratada con un ritmo y un pulso narrativo firme.
El reino, Crítica cruel de la corrupción y la tolerancia

Dándonos las claves de la corrupción española en las comunidades, la película ataca sin tapujos la falta de escrúpulos de muchos, especialmente la sensación de impunidad que da la impresión que se instaló en buena parte de la clase política española durante la época de la burbuja inmobiliaria, la que les hacía creer capaces de todo sin sufrir ningún tipo de persecución por ello.Si bien el mayor peso de la película recae sobre el personaje de De la Torre, es destacable el trabajo de todo el elenco, especialmente el de Bárbara Lennie que a pesar de aparecer durante poco espacio de tiempo posee un magnetismo que nos deja enganchados, destacando especialmente el duelo final entre De la Torre y Lennie, una escena al nivel del mejor thriller de Hollywood. El reino, Crítica cruel de la corrupción y la tolerancia Sin embargo, sólo debemos de destacar estos elementos interpretativos, la película está llena de escenas perfectamente planeadas y diálogos mordaces que nos mantendrán atentos en todo momento, permitiéndonos pensar mucho una vez veamos la película, se trata por tanto de esas películas que no son un mero entretenimiento, sino que aportan “algo más”.

Destacar dentro de las escenas, algunas realmente impresionantes: la escena del despacho, la de la casa en Andorra, la persecución en la carretera pero sobre todo la escena final del programa televisivo, donde se aúnan todo tipo de aspectos tanto técnicos como argumentales en un duelo dialéctico e interpretativo titánico entre Lennie y De La Torre.Los elementos técnicos son magníficos, en todo momento tenemos claro lo que pasa, las tomas traseras del protagonista con una música muy acertadas, nos introducirán en la trama de manera paulatina, destacando el montaje de la acción que salpica la cinta en momentos puntuales. Una verdadera crítica cruenta más que a la corrupción como un hecho puntual a toda una cultura que protege y anima este tipo de actuaciones.

En resumen con este “El reino” Sorogoyen vuelve a reforzar la calidad e importancia del cine comercial pero a la vez reivindicativo en nuestro panorama nacional, creando una película con mucho potencial y momentos realmente interesantes.