El reloj de pulsera es un accesorio que no sólo sirve para dar la hora, sino también para dar un toque de distinción y estilo al portarlo, junto con la ropa adecuada.
Los hay caros y finísimos, pero más que lo ostentoso, lo que realmente vale la pena mencionar, es usar el reloj adecuado según la ropa y ocasión que corresponda. Entiéndase que, un reloj, por más fino y lujoso que sea, no se podrá ver bien con toda la ropa que vistamos. Por ejemplo: un finísimo "Rolex Diamond" dorado brillante y reluciente, nos haría ver rídiculos si se nos ocurriera usarlo cuando vamos vestidos de pants por las mañanas a correr, de la misma manera que un caro y fino reloj deportivo con cronómetro, calculadora y medidor de presión nos haría parecer cuando vestimos un traje o smoking.
No es indispensable utilizar relojes carísimos o demasiado ostentosos (pero que sean de buena calidad), lo que importa más es saberlos usar de manera adecuada. Muchas veces un reloj discreto y sobrio puede ser más fino que muchos otros que aparentan lo contrario, y a pesar de ser más discreto puede incluso hacernos ver mejor. ¿A qué voy con esto? a que el reloj lo debemos usar para combinarlo de la mejor forma con nuestra vestimenta y que en conjunto ambas cosas nos hagan ver y sentirnos mejor y más cómodos, por ningún motivo se debe utilizar un reloj por el mero hecho de querer presumir, eso incluso puede hacernos quedar mal, podemos vernos recargados al exagerar en que nuestro reloj sea demasiado llamativo, mucho más que nuestra vestimenta entera y caer en lo grotesco.
Más bien, el reloj debe ser un complemento de la ropa, combinar y estar en armonía con esta, tratando de que ambas cosas estén en sintonía y no tratar de que una cosa opaque a la otra. Por lo cual hay gran variedad y tipos de relojes; formales-elegantes, casuales-formales, casuales no tan formales, deportivos y algunos con características mixtas, de materiales muy variados como metal, alumio, piel, plástico o aleaciones.
También existen diseños muy originales y otros más clásicos, pero lo más importante es buscar el equilibrio y nunca perder el buen gusto, para que así nuestro reloj nos dé un toque distintivo que nos haga lucir mejor.
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