Impulsado por la explosión de una estrella masiva, el remanente de supernova Puppis A se esparce por el medio interestelar circundante a unos 7.000 años luz de distancia. A esta distancia, esta imagen telescópica basada en datos visuales de banda ancha y estrecha tiene unos 60 años luz de diámetro. A medida que el remanente de supernova se expande en entornos grumosos y no uniformes, los filamentos impactados de los átomos de oxígeno brillan en tonos verde y azul, mientras el hidrógeno y el nitrógeno lo hacen en rojo. La luz de la supernova inicial, provocada por el colapso del núcleo de la estrella masiva, habría llegado a la Tierra hace unos 3.700 años.
El remanente Puppis A se ve en realidad a través de emisiones periféricas procedentes del más cercano pero más antiguo remanente de supernova Vela, cerca del concurrido plano de la Vía Láctea. Puppis A todavía brilla intensamente a lo largo del espectro electromagnético y sigue siendo una de las fuentes más brillantes de rayos X del cielo.
Fotografía OriginalCrédito: Don Goldman