El requeteretorno de James

Publicado el 26 noviembre 2015 por Elinfiernodebarbusse

Pues ¿qué les digo?, que no se trata de una novela inédita de Henry James encontrada entre sus papeles y apuntes personales, ahora editada y traducida para disfrute de lectores españoles, no. Se trata de la famosísima Otra vuelta de tuerca, sí.
Ah, ¿que no me creen? Se lo prometo. Se lo juro, si lo prefieren, por Jerónimo de Estridón, que es santo patrón de los traductores. Palabrita del niño Jesús, me doy un beso sobre los dedos en crucecita.
Impactante, ¿verdad? 
La susodicha nouvelle, que viene siendo una de las más aclamadas historias de fantasmas de todos los tiempos, ha quedado irreconocible debido a lo que ya se está sospechando es un posible efecto secundario de alguna medicación tomada por el señor Carlos Manzano, responsable coordinador de esta nueva versión de The turn of the screw, que aparece con el título de La vuelta del torno.
(Dejemos un minuto de silencio para recomposición del lector).
Que no digo yo, ojo, que la traducción no sea buena (la del texto, quiero decir), pero es que el titulito en cuestión es como para que este hombre se presentara en la comisaría que le pillara más a mano, y a más no tardar. 
La edición se lanza con una prolija justificación sobre la traducción, aquí un fragmento:
"La traducción literal sería La vuelta del tornillo, un título que hasta la fecha nadie ha empleado, pero que al contrario que Otra vuelta de tuerca ("Otra" es una añadido de difícil justificación) sí guardaría algo de la connotación sexual reprimida de la época victoriana que se puede adivinar en el título original. El sentido del título original tiene claramente que ver con la violencia, "screw"  significaría tanto extorsionador como extorsionar o aplicar violencia sobre algo o alguien. Ambos sentidos difícilmente los puede transmitir una tuerca, pero sí un torno o potro de tortura. El título de esta edición busca transmitir con precisión el lento movimiento del mecanismo que puede acabar descoyuntando al torturado  que es lo que, en definitiva, le sucede a lo largo del libro a su protagonista."   

Por más fiel que sea este título, yo prefiero, sin duda, el de siempre -Otra vuelta de tuerca-, que José Bianco tradujo en 1945, en la primera edición en español. No quiere decir nada, de acuerdo, pero es elegante y ambiguo, como la propia novela de James. Tampoco quiere decir nada La vuelta del torno y, por supuesto, es mucho menos sugerente. A mí lo único que me evoca es a la monjita de clausura  que me despacha, mediante este artilugio, llegada la Navidad, unos polvorones, hojaldrinas y pastelillos de gloria de exquisita factura.