El reto de las pymes: apretar, pero no ahogar

Por Ne0bi0 @buenosviajeros

Dice un aforismo que una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil. Tenemos un sistema económico y productivo formado en más de un 99% por pymes, que representan en España cerca de 3 millones y más de 100 en Europa. Sin embargo, aún no hay una masa crítica suficiente para decir que el conjunto de nuestras pymes está involucrado en el desarrollo sostenible. Los avances se están dando, pero tenemos que ser realistas si queremos tener éxito en este objetivo. Aplicando el símil, tenemos muchos eslabones que necesitan mejorar su desempeño en sostenibilidad. Por ello es necesario abordar esta cuestión con un doble enfoque: lo que estamos consiguiendo y lo que necesitamos hacer para lograr el éxito.

Lo que estamos consiguiendo es que cada vez haya más pymes comprometidas con la sostenibilidad pasando a la acción. Según nuestros datos, basados en los análisis de las memorias de sostenibilidad del último ejercicio de las empresas del Pacto Mundial en España, las pymes trabajan sobre todo la igualdad de género. Cerca de un 90% de ellas tiene integrada esta cuestión en sus estrategias, mejorando incluso el dato de las grandes empresas que forman parte de la iniciativa en nuestro país, que se sitúan en un 83%.

El 45% de las pequeñas y medianas empresas españolas dispone de una política medioambiental y el 69% se compromete a reducir sus emisiones

También se registran datos favorables en el ODS 8 sobre trabajo decente y crecimiento económico. En concreto, un 77% cuenta en el último ejercicio con políticas y medidas de no discriminación y el 71% dispone de medidas de conciliación laboral. Esta última cifra supone un aumento del 39% respecto al ejercicio anterior y una diferencia positiva de un 12% con la media de pymes españolas.

Respecto a los indicadores sobre medio ambiente, las pymes del Pacto Mundial avanzan a una mayor velocidad que la media española de las pequeñas y medianas empresas. El 45% dispone de una política medioambiental y el 69% se compromete a la reducción de emisiones de CO2. De esto se desprende que pertenecer a la mayor iniciativa de sostenibilidad del mundo es clave para mejorar el desempeño.

No obstante, a pesar de los datos positivos, tenemos que asumir que la transformación general no ocurrirá de manera natural, sino que hay que hacer esfuerzos significativos y cambios profundos que no pueden venir espontáneamente de las pequeñas y medianas empresas. Ellas son protagonistas, pero no únicas responsables, y el resto de agentes no podemos limitarnos a establecer requisitos a cumplir por éstas sin aportar facilidades para el cambio. La pyme tiene la voluntad de hacer las cosas bien. Cada vez hay más predispuestas a impulsar negocios sostenibles: así lo corrobora el hecho de que el 74% de las empresas adheridas al Pacto Mundial en España sean pymes.

Las pymes se enfrentan a dos grandes retos a la hora de implementar medidas de sostenibilidad: el entorno económico y la falta de recursos

Pero la diferencia de tamaño no es limitante, aunque hay que tener en cuenta factores que dificultan que las pequeñas y medianas empresas cambien sus negocios masivamente. Según las propias pymes hay dos: el entorno económico y la falta de recursos. Recursos para implementar medidas de sostenibilidad pues, actualmente, se declaran en estado de supervivencia. Por ejemplo, subvenciones que faciliten la contratación de personal dedicado al ámbito de la sostenibilidad; ventanillas informativas que se mantengan en el tiempo; programas sectoriales de acompañamiento, o un portal con información para implementar los ODS y compartir buenas prácticas. En este aspecto es unánime la opinión de que las compras públicas alineadas con la Agenda 2030 serían un estímulo imprescindible para lograrlo. Y es que, los criterios de sostenibilidad deben primar tanto como el precio y la calidad.

El cambio de modelo es necesario y las palancas de activación están en mano de todos y de las propias pymes, que deben realizar un cambio de mentalidad y de modelos de negocio. No se trata de qué hacemos sino de cómo lo hacemos; pero también de los reguladores, de las grandes empresas y de los ciudadanos. Porque establecer un modelo productivo inclusivo para todos los actores es una responsabilidad conjunta. Si el modelo de futuro no incluye al 99% de las empresas, que a su vez implican al 70% de la población activa, será un modelo deficiente. En definitiva, tenemos la oportunidad y la corresponsabilidad de impulsar un entorno favorable para que la sostenibilidad sea la tónica general de la gestión empresarial de las pymes y sus plantillas.

Clara Arpa es presidenta de Pacto Mundial Red España.

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