El retorno a clases ya comenzó en Catacocha

Publicado el 15 mayo 2014 por Miguel Angel Montesinos Sanchez @EcuadordelSur

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Me parecían demasiadas para un pueblo tan pequeño pero el tiempo me dio la explicación, el cantón Paltas es bastante extenso y la escasez de escuelas en las parroquias mas cercanas obliga a que en Catacocha convivan abundantes para dar servicio a los muy demandados cupos de enseñanza, el índice de natalidad aquí es altísimo y las escuelas se ven desbordabas en algunos casos.
Con el régimen de costa, a pesar de estar en sierra (en Ecuador subsisten Costa y Sierra) implantado en su programa, el nuevo año lectivo comenzó la semana pasada de una forma regular olvidando los primeros días de organización, presentaciones, nuevos alumnos, etc. De Mayo hasta Febrero a diferencia del régimen Sierra, que es de Septiembre hasta Mayo volverán las carreras para llegar a tiempo y los baldes de los carros repletos de alumnos que empiezan su jornada levantándose a las cinco de la mañana, para así no estar retrasados en su camino hacia las aulas, algunos de ellos tienen hasta los 45 minutos de carretera antes de llegar al destino.

Clases que su comienzo está previsto a las 07.00 hasta las 12.00 horas y que acertadamente no tienen turno vespertino dado que gran parte del alumnado emplea para su transporte excesivo tiempo y no hay una red de buses escolares que recorran las pedanías para así facilitar su transporte, sólo dependen de los carros-taxi legales o ilegales que se dedican a tal labor.
Igualmente los turnos de tarde también comienzan, aunque solo en unas escuelas, desde las 18.00 hasta las 23.00 horas, clases donde se integran las edades mas avanzadas, las cuales intentan terminar el bachiller que por circunstancias diversas no pudieron terminar en su época, que hay muchísimos. Pero eso sí, da igual la edad, clase social o escuela, todos obligatoriamente con el debido uniforme de la institución elegida.
Las caras de los que por primera vez van a la escuela derivan desde un autentico poema hasta una alegría inconmensurable, ya empiezan a tener responsabilidades y la crecida de orgullo se les nota. Mis niños-vecinos pasaron dos meses deseando el comienzo sin parar de decir “ya vamos a ser mayores don Miguel, vamos a la escuela”. Participo de su emoción como si fuesen parte mía, que lo son, pues el cariño que nos dan no se puede explicar.
Kevin, Gary, Lía, Joan, Justin, Stalin, Yazhaira, Emely… todos empiezan la gran etapa de la enseñanza y os inculcaremos ese gusto por aprender como lo hacemos con todos los demás, con mejor o peor resultado. ¡Disfrutad muchachos!