El retrato de una dama de Henry James

Publicado el 22 julio 2010 por Carol
El retrato de una dama de Henry James es uno de esos libros que aparecen siempre en todas las listas en las que se recopilan "las mejores novelas" de todos los tiempos. Después de haberla leído, puedo decir que no me extraña que esté considerada una de las mejores novelas jamás escritas, James consigue trasladarnos sin ningún problema al siglo XIX y nos presenta unos personajes que se vuelven tan reales como si fuesen de carne y hueso. Isabel Archer es una joven norteamericana que se traslada a Inglaterra donde viven sus tíos adinerados, allí, además de trabar un profundo afecto a sus tíos, se hace inseparable de su primo Ralph Touchett, quien sufre una enfermedad crónica que le impide trabajar. Su tía quiere que Isabel conozca Europa y que se relacione con la alta sociedad, unos planes que finalmente no saldrán como la anciana mujer esperaba. Isabel tendrá que decidir entre tres pretendientes que quieren casarse con ella: Caspar Goodwood, un honrado empresario que la sigue desde Norteamérica; lord Warburton, un miembro de la aristocracia inglesa; y Gilbert Osmond, un norteamericano que vive desde hace años en Italia dedicado a la pintura, y que tiene una encantadora hija, Pansy, a la que han estado educando en un convento. Lo mejor de la novela sin duda son las descripciones, con Isabel viajamos por Londres, Paris, Florencia o Roma, como si realmente estuviéramos contemplando éstas ciudades con ella. Los personajes son tan reales que al cerrar el libro nos apena dejarles, además de los que ya he comentado destaca el personaje de Henrietta Stackpole, la amiga periodista de Isabel, que tiene que enfrentarse a los prejuicios machistas por su profesión y ansias de libertad, o la señora Merle, una mujer intrigante que tendrá mucho que ver con el futuro de Isabel. Si bien la acción de la novela es más bien lenta, ocurren pocas cosas y éstas transcurren a un ritmo pausado, las chispeantes conversaciones son las que dan agilidad a la lectura, son especialmente divertidas aquellas en las que los ingleses critican a los norteamericanos, y viceversa, mostrando la cantidad de prejuicios que tienen tanto unos como otros. Es interesante además ver la diferencia tan grande que existía en la época entre una Norteamérica más moderna, en la que las mujeres trabajaban, no existía aristocracia y había una moral más relajada, y el antiguo continente, que todavía respiraba un ambiente rancio y anticuado en sus costumbres.
Henry James nació en Nueva York en 1843, y murió en Londres en 1916, pasó la mayor parte de su vida en Europa, por lo que finalmente decidió nacionalizarse británico, algo que sus compatriotas de la época no vieron con buenos ojos. Además de El retrato de una dama, destacan entre sus obras Daisy Miller, Las bostonianas o las genial Otra vuelta de tuerca, una obra maestra de las novelas de terror, en la que se revisa de una manera muy novedosa el tema de los fantasmas, incluyendo el factor psicológico que tan popular se ha hecho después.

Existe una adaptación cinematográfica de la novela, llevada a la pantalla en 1996 por Jane Campion y protagonizada por Nicole Kidman y John Malkovich que vi en su momento y no me interesó mucho, de hecho, una vez leída la novela he podido comprobar que la película no tiene mucho que ver con el libro y que se pierde lo esencial del mismo. Por eso, si podéis elegir, os recomiendo que os quedéis con el libro.