El reverso tenebroso del sueño americano – Crítica de “American Pastoral” (2016)

Publicado el 19 junio 2017 por Manuzapata @vivazapatanet

Cuando en 2012 se concedió el Príncipe de Asturias a Philip Roth se glosaba el galardón ascendiéndole al olimpo literario estadounidense junto a monstruos como Scott Fitzgerald, Hemingway o Faulkner, cronistas de la realidad que reflejaron en su obra la huella que el siglo XX dejó en la historia de un país sacudido por momentos críticos y resurgido de sus cenizas para volver a sucumbir a la pesadumbre. Ese signo de los tiempos, ese desasosiego, se encuentra presente en el conjunto de la producción de Roth, con su trilogía americana a la cabeza de la que Pastoral americana conforma su primer volumen.

De manera indivisible, los acontecimientos que vertebraron el discurrir de la nación corren parejos a la peripecia vital y sentimental de los protagonistas desde el final de la segunda guerra mundial hasta bien entrados los años 90. La euforia colectiva derivada del triunfo bélico y de la sensación de haber dejado atrás la Gran Depresión se esfumó tras la pérdida de la inocencia de un pueblo capaz de matar a su “padre”, que salió a la calle rebelándose contra un orden establecido que les llevaba a otra guerra y mantenía la segregación racial provocando una espiral de violencia sin precedentes.

En ese caldo de cultivo, el prototipo de perfecta familia americana que coloca Roth en primer plano salta completamente en pedazos. El dibujo es tan arquetípico como para representar las ilusiones y los anhelos de cada hijo de vecino. Seymour Irving Levov, el “Sueco”, encarna el ideal del héroe, deportista destacado que regresa de la guerra para casarse con la reina de la belleza local y criar a su preciosa hija en un extenso rancho a las afueras de Newark. Aunque el espejo en el que todo el mundo querría reflejarse comienza a resquebrajarse cuando se le descubre un ligero tartamudeo a la pequeña.

La valentía y la decisión del escocés Ewan McGregor al escoger un texto con tanto predicamento como su bautismo de fuego en el mundo de la dirección le han permitido salir indemne del trance a pesar de no realizar un filme memorable. Su faceta de intérprete le ha ayudado a manejarse con soltura a ambos lados de la cámara, especialmente a la hora de exprimir cada gota del talento de Jennifer Connelly y Dakota Fanning, absolutamente impactantes como madre e hija.

Dentro del estilo clásico escogido para rodar resulta encomiable la naturalidad con la que fluye el paralelismo constante entre los sucesos históricos, mostrados con metraje documental, y el drama familiar, echando mano de imágenes icónicas como la bandera de las barras y estrellas para reflejar desde el entusiasmo y la efervescencia hasta la crisis de identidad tanto de Estados Unidos como de los propios personajes.

Por desgracia, el síndrome del principiante se manifiesta en tramas susceptibles de ser aligeradas (e incluso suprimidas) que provocan un exceso de metraje. McGregor se atraganta en un tétrico tramo final confirmando que se vuelve a cumplir esa maldición no escrita que dice que de novelas de renombre nunca llegaron grandes películas.

Copyright del artículo © Manu Zapata Flamarique. Reservados todos los derechos.

Copyright imágenes  ©  Lakeshore Entertainment, LIK Film. Cortesía de Tripictures. Reservados todos los derechos.

American Pastoral

Dirección: Ewan McGregor

Guión: John Romano a partir de la novela “Pastoral americana” de Philip Roth

Intérpretes: Ewan McGregor, Jennifer Connelly, Dakota Fanning

Música: Alexandre Desplat

Fotografía: Martin Ruhe

Duración: 108 min.

Estados Unidos, 2016

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