Antes de empezar a leer esta novela hay que tener en cuenta su alto poder de atracción: desde su comienzo-reflejo (es una novela que comienza con una escena que es como un espejismo fabuloso), hasta la última de las palabras que le da fin con un susurro fresco y esperanzador, absorbe al lector, durante todo el relato, con un poder hipnótico asombroso.
Se trata de una novela de fantasía épica. Pero olvidemos los tópicos. Hablemos de calidad: nadie diría que se trata del primer libro de este joven autor. La redacción es impecable, así como la forma en que poco a poco se entrecruzan los diferentes hilos argumentales de la obra. Cada uno de los personajes que aparecen, cada detalle, está tratado con el amor, la elegancia, la corrección y la coherencia propios de un autor avezado: queda patente el bagaje cultural de Alberto Morán y su profunda pasión por la literatura, especialmente dentro del género fantástico, el cual conoce a la perfección y sirve como alimento desde hace muchos años a la criatura fantástica que vive en su interior. Además de lector insaciable, es profesor de idiomas, traductor, crítico de cómic en Zona Negativa y colaborador de la Federación Española de Fantasía Épica.
¿Quién es el Rey Trasgo? Es un ser cuya aparición uno anhela desde el principio, puesto que el propio título implica una intriga. Según se avanza en la lectura, se van desvelando pinceladas de información acerca de su existencia y condición. ¿Qué son los trasgos? Misteriosas criaturas que, se dice, habitan en inhóspitas montañas y que no suelen tener un carácter muy amistoso. Han sido representados de multitud de maneras y confundidos con otros seres como los duendes , los trolls, etc., debido a una confusión de conceptos entre la mitología y el folklore popular. Y nuestro protagonista en esta ocasión, es el monarca al que todos ellos rinden pleitesía.También tenemos grifos, wyvernas, hadas y centauros, bardos nómadas, magos e incluso un nigromante que atrae toda la curiosidad del lector desde el principio. Descubrir el misterio de su identidad es uno de los momentos más altos que, personalmente, me ha deparado una lectura en mucho tiempo. Resulta sorprendente hasta qué punto puede llegar a interesar el desarrollo de una batalla para alguien que, como lector, no está habituado a leer este tipo de textos: todo se basa en el buen hacer del autor. En este caso, sus enorme conocimiento de literatura, historia, mitología y esgrima antigua (entre otras disciplinas), quedan patentes en cada una de las palabras de la novela.Esta primera entrega, “La ciudadela y la montaña”, presenta un tiempo y un lugar de un mundo surgido directamente de la imaginación (y del imaginario) de su excelente autor: nos presenta un escenario mágico y asombroso: los escenarios principales son, por un lado, la misteriosa Ciudadela ubicada en un pedazo de roca gigante y flotante, cargada de magia y poder. Por otro, los inhóspitos Picos Negros donde habitan los trasgos, lugar al que acudirán dos personajes del norte del imperio en busca de respuestas.Los lectores fascinados por esta primera aparición del trasgo anhelamos ya la publicación de la segunda parte de la obra, por lo que cruzamos los dedos con fuerza para que eso suceda pronto, mientras oteamos suspicaces al cielo esperando atisbar la sombra de la roca flotante... Mi enhorabuena desde aquí a su autor, Alberto Morán, así como a la editorial Kelonia, pequeña pero cargada de magia y fuerza.Permanezcan muy atentos a la evolución de esta obra y al fuerte comienzo de Morán Roa como autor: su fuerza puede resultar imparable. No lo pierdan de vista y, luego, no digan que no les avisé.