Inaguramos una nueva sección en Tierra de Cinéfagos. En este flamante apartado llamado El Rincón de los Proscritos tendrán cabida todas aquellas películas “malditas” de las que todo “cinéfilo de pro” reniega al menos una vez en su vida, hablaremos de esas cintas que desde el mismo día de su estreno han sido vapuleadas sin piedad alguna por público y crítica pero que realmente no son tan malas como todo el mundo dice, y seguramente si fuésemos sinceros acabaríamos por admitir que no sólo nos gustaron dichas películas sino que nos lo pasamos pipa viéndolas. Creo que me he explicado con claridad. Aquí en este rincón apartado de la mano de Dios nos podremos mostrar como realmente somos y mencionar -sin vergüenza, tartamudeos ni temor a ser repudiados- nombres como los de Michael Bay, Pau W.S Anderson , Uwe Boll o Roland Emmerich (por nombrar unos pocos). Y precisamente de este último es la cinta que dará el pistoletazo de salida a esta nueva sección; la obra que inagura este Rincón de los Proscritos no es otra que ‘El Patriota’.
Seamos honestos, Roland Emmerich generalmente es un realizador mediocre más preocupado en hacer caja que en brindar al espectador un producto inteligente con cara y ojos. El bueno de Emmerich es un director acostumbrado a dirigir filmes tan caros,estruendosos, vacíos e intrascendentes como entretenidos, fáciles de digerir, rápidamente olvidables y desechables. Y para muestra un botón: ‘Independence Day’, ‘Godzilla‘, ‘El día de mañana’ o ’2012‘ son claros ejemplos del tipo de cine que practica este director. Películas con presupuestos muy abultados, repletas de explosiones y de efectos especiales encaminadas a satisfacer a ese público amante de las palomitas y del entretenimiento más pueril y despreocupado. Y que nadie se me ofenda por el comentario porque yo mismo soy de los que suele disfrutar de lo lindo con este tipo de películas, aunque mucho me temo que de toda la filmografía de Emmerich sólo salvaría dos cintas: ‘Stargate’, una amena, efectiva y minusvalorada obra de ciencia-ficción que sin duda merecía muchas más atención y respeto de los que recibió en su momento. Y ‘El Patriota’, un filme de época, violento, épico y entretenidísimo protagonizado por el carismático Mel Gibson.
En el Año 1776 la Guerra de Independencia entre los colonos de Nueva Inglaterra y las tropas del Rey Jorge III (1760-1820) está a punto de estallar. En Carolina del Sur,Benjamin Martin, un antiguo héroe de guerra viudo y padre de siete hijos se opone a combatir para cuidar de su familia. Pero la tranquila vida que anhela el ex-soldado se verá alterada cuando su hijo Gabriel se aliste en el ejército y un destacamento de soldados británicos al mando del despiadado coronel Tavington lleguen hasta las mismas puertas de su casa poniendo en peligro a aquellos a los que Martin quería proteger.
Podemos caer en el error de que nos encontramos ante un filme histórico, y aunque es evidente que ‘El Patriota’ se desarrolla en un momento crucial en la historia de los Estados Unidos de América me parece justo advertiros que esta película está mal documentada(siendo benevolente) y repleta de barbaridades que irritarían a cualquier historiador. Pero la verdad es que a mí eso me importa un bledo; en primer lugar porque cuando voy a ver una película de aventuras/acción(y eso es ‘El Patriota’, ni más ni menos) no me suelo preocupar demasiado por estos detalles, en segundo lugar porque es una cinta de Roland Emmerich y no se le pueden pedir peras al olmo. Y en tercer lugar porque ‘El Patriota’ es tan entretenida y disfrutable que consigue hacerte olvidar- de principio a fin- de todo este tipo de nimiedades.
Si leemos con detenimiento y atención la trama de ‘El Patriota’ nos daremos cuenta de la película que realmente es,pero estoy seguro de que si os hago un breve resumen entenderéis mucho mejor a lo que me refiero: Gibson interpreta a un ex-soldado curtido en mil batallas que ha dejado atrás su pasado para convertirse en un hombre de bien. Un buen día aparecen unos desalmados que se cargan a alguien de su familia y consiguen cabrearle ¿Os suena este argumento? A mi también me suena vagamente…
El realizador juega al despiste presentandonos a la idílica familia Martin y su bucólico modo de vida. Todo es bonito, todo es maravilloso, todo es alegría, se palpa en el aire. Los niños son preciosos, los esclavos son simpáticos, las flores son hermosas, todo es perfecto, todo el mundo es feliz.Evidentemente tanto sosiego no es más que la falsa calma que precede a la tempestad. Desde el mismo inicio del filme se ven claras las intenciones de Emmerich, y esas intenciones son mucho más malsanas de lo que parecen. Mostrarnos-a modo de anuncio de compresas- la tan envidiable como ñoña bonanza de la bella familia Martin no es más que una argucia para que la inevitable irrupción de los villanos de turno sea mucho más dramática. En este caso los villanos son un grupo de Casacas Rojas encabezados por el sanguinario Coronel Tavington, personaje interpretado con gran solvencia por Jason Isaacs, un actor especializado en este tipo de papeles.
Y es en ese mismo preciso instante(la aparición de Tavington) cuando todo lo bonito y amable que hasta ahora había sido ‘El Patriota’ se convierte en algo crudo y depravado,una película de acción trepidante para lucimiento del Gibson más canalla y “ochentero”, ese actor que antaño nos hizo disfrutar con personajes como Max(‘Mad Max), Martin Riggs (‘Arma letal’), Porter (‘Payback’) o William Wallace (‘Braveheart’).
‘El Patriota’ atesora un ritmo endiablado, las interpretaciones de los actores son correctas, las escenas de acción no son ningun alarde de maestría(ni falta que hace) pero están bien rodadas. Emmerich tendrá muchos defectos pero a la hora de narrar una historia es directo y no se complica demasiado la vida-algo que es muy de agradecer-, además en esta cinta el realizador parece mucho más valiente y adulto que de costumbre y no escatima en hemoglobina y tampoco le hace ascos a brindarnos reconfortantes momentos de humor bien dosificados para que descansemos de tanta muerte y de tanto mal rollo producido por la guerra. Ah, por cierto, disfrutaremos mucho más de esta obra si conseguimos no sonrojarnos con el previsible (aunque coherente con la película) y patriótico final de la cinta en el que Gibson cabalga ondeando la bandera de las barras y estrellas mientras sus soldados gritan con fervor !!U.S.A!!U.S.A!!U.S.A!!.
No podía irme sin antes mencionar el gran trabajo del malogrado Heath Ledger interpretando a Gabriel(el hijo mayor de Benjamin Martin) y del siempre brillante Tom Wilkinson, que da vida al General Cornwallis.
Sayonara.