"En este libro Javier Reverte descubre una Alaska mítica y salvaje a través del imprevisible y traicionero río Yukon, por el que navegó en canoa junto a un reducido grupo de aventureros. Posteriormente siguió el viaje en solitario, adentrándose en el interior de Alaska, una de las últimas fronteras de nuestra civilización. Al tiempo que viaja, Reverte rememora las historias de miles de pioneros que se dejaron la vida en la fiebre del oro, recopila las mejores historias y leyendas de un lugar mítico desde que Jack London escribiera sus célebres novelas y, también, con mucho humor se adentra en los territorios vírgenes donde reinan los temibles osos grizzlies, con la esperanza de encontrarse con ellos".
No había leído nada hasta hoy de Javier Reverte, aunque, evidentemente, conocía de sus trabajos, pero es que, básicamente, no me atraen los libros de viajes en los que una persona me explica sus vivencias, anécdotas, chascarrillos y su aprendizaje y conclusiones al final del mismo. Con esto no quiero decir que sean malos libros, no se me malinterprete, es sólo que prefiero otro tipo de lecturas.
Un amigo se había leído el libro de Reverte y me iba explicando pequeñas historietas sobre la fiebre del oro, los valientes e insensatos que decidieron probar fortuna, sobre el majestuoso río Yukon y sobre unas tierras habitadas por una de las especies de oso pardo más grandes y peligrosas del planeta: el grizzly. Un buen puñado de motivos que, unidos a ese halo de misterio indómito de Alaska, terminaron por convencerme para lanzarme a su lectura. En mi memoria conservaba el muy grato recuerdo de otro libro que ya reseñé en el blog: "Hacia rutas salvajes" (J. Krakauer), que también se adentraba en Alaska, así que ¿por qué no regresar allí?
El encuentro con Javier Reverte ha sido apasionante, además de didáctico, entretenido y, hasta cierto punto. adictivo. Lo he leído a ratitos, procurando no devorarlo rápidamente por miedo a saturarme del anecdotario del escritor, a caer rendido ante los obstáculos naturales de la Columbia Británica y terminar cediendo y regresando a casa como hicieron muchos aventureros y aventureras que llegaron a Norteamérica en busca de oro y volvieron con la manos vacías. Creo que he acertado leyéndolo así, he disfrutado más de cada alto en el viaje, de cada paisaje, de cada pedacito de la historia de la "Gold Rush" y de las personas que ha conocido por el camino.
Javier Reverte ha encontrado parte de su motivación personal, más allá de su pasión por los ríos, en Jack London, otro escritor y autor de obras tan famosas como "Colmillo blanco", "El lobo de mar" o "La llamada de lo salvaje". London también sufrió la fiebre del oro y hacia allí que se fue a finales del siglo XIX con su cuñado y algún compañero más, superando todas y cada una de las dificultades que le planteó el Klondike y logrando llegar hasta Dawson City, aunque una vez allí las cosas no salieran como él pretendía.
Lectura recomendable en general, pero si os fascina esa tierra salvaje donde la naturaleza sigue siendo dueña de todo y abruma con su poderosa presencia, si Alaska es uno de aquellos destinos que tienes en mente... este libro no debería faltar en tu biblioteca.
VALORACIÓN: 8'5/10