El río de los dioses es una novela de ciencia ficción del autor escocés Ian Mcdonald.
Está se encuentra ubicada en el futuro próximo, para ser más exactos a mediados del siglo XXI. Forma parte de la serie de libros post-cyberpunks ubicados en países emergentes, Turquía en The dervish house, Brasyl ubicado en el país homónimo, y esté ubicado en la India.
Imagina un perfecto Mandala, un grupo de 10 círculos orbitando alrededor de una imagen del Ganges, en cada uno de estos pequeños satélites puedes ver los eventos en las vidas de las personas que pueblan esta India del futuro, una sociedad donde choca lo milenario y lo hipertecnológico.
Dentro de la trama los personajes siguen una soapi (barbarismo hindú de la palabra ingles soap opera, una telenovela o culebrón, depende donde vivas) llamada Town & Country, estelarizada por actores virtuales, sin embargo esto no provoca una conexión completa con el publico, por lo que crean una vida de estas inteligencias artificiales fuera de la pantalla. Se enamoran, se casan, tienen hijos, amoríos, etc.
Las inteligencias artificiales de una telenovela están mas vivas que los millones de hambrientos, sedientos y demacrados seres que pueblan las calles de ese país.
Cuando los gobernantes de Bathra deciden construir una represa en el río Ganges, la población sureña de Varanasi (Benares) responde de forma violenta, pues los están condenado a morir lentamente de sed.
Bienvenidos a un futuro donde el fenómeno meteorológico El niño viene cuando se le da su maldita gana. El monzón que hidrata a esta zona tiene 3 años de retardo. No ayuda a este conflicto que los gobiernos de estas dos poblaciones sean musulmanes e hindús fundamentalistas. Tampoco ayuda que uno de los bandos haya pedido ayuda a los norteamericanos.
Claro que los gringos no hacen nada gratis, la India es de los pocos países que no han firmado el Acta Hamilton, un tratado en donde se prohíben las inteligencias artificiales por encima del 2.7 en la escala Turing. Y desean imponer esta reglamentación a toda costa, la narrativa esta permeada por la presencia de deidades, clásicas y virtuales. Puedes sentir los drones norteamericanos recorriendo el cielo sin posar nunca el pie el suelo, como ángeles cristianos, también a los robots de combate recorriendo las calles con afiladas hojas en lugar de brazos, como avatares de la diosa Kali.
Volvemos nuestra vista al mándala y encontramos; Un delincuente de poca monta, una científica norteamericana invitada a participar en el estudio de un objeto extraterrestre encontrado en el corazón de un asteroide, un físico ingles especializado en autómatas celulares caído en desgracia, un policía hindú cazador de inteligencias artificiales, la esposa de dicho policía, el consejero musulmán de la primer ministro, una reportera independiente, un nute (otro barbarismo de la palabra inglesa neutered, castrado, una persona que decide realizarse una modificación corporal para no tener órganos genitales y también se modifica el cerbero para no pensar en si mismo como parte de un genero, por ejemplo, el pronombre personal de un nute no es she o he sino yt) y el joven heredero de una compañía energética.
Las vidas de todas estas personas se ven interconectadas de formas sorpresivas.
En el país donde las películas de acción detienen los tiroteos para ponerse a bailar uno debe esperar cualquier cosa.
No es fortuita la elección de McDonald de ubicar la trama el 15 de Agosto del 2047, esto es 100 años y un día después de la validación de la independencia de la India.
Si los experimentos en la mecánica cuántica es el trasfondo en Brasyl y la nanotecnología en The dervish house en el caso de esta novela son las inteligencias artificiales, y no son tratadas como película de hollywood, el rancio tratamiento de los enemigos de la humanidad, Skynet et al, sino como inteligencias sintéticas muy diferentes a los seres humanos, si ya sacamos al conejo del sombrero ¿Ahora qué hacemos con él?, ¿Lo matamos o aprendemos a vivir con él?. No hay respuestas fáciles aquí.
El río de los dioses es una novela masiva, compleja y un poco confusa, pero lo intrigante de la trama, lo entrañable de los personajes, lo espectacular de las escenas de acción y las preguntas incomodas son suficiente motivo para devorarla.
Un ejemplo, casi cualquier autor mediocre puede crear una escena de acción entretenida pero Ian McDonald puede escribir acerca de la aburrida y monótona vida de una ama de casa y el resultado es en sumo entretenido, para el personaje su rutina es aburrida, pero para nosotros que nos encontramos fuera de su entorno es fascinante.
Añado a Ian McDonald dentro de mi tabernáculo personal de autores preferidos, es un grupo reducido conformado por Alastair Reynolds, Gene Wolfe, John Varley, Greg Egan, David Brin y John Crowley.