Hoy vamos a conocer el siguiente tramo del río Jébalo y para ello vamos a reAlizar una excursión acercándonos al pueblecito jareño de La Fresneda, desde donde es más fácil el acceso a esta parte del río.
Aunque existen referencias del siglo XVIII a una labranza de Torrecilla “con cuatro casas con sus habitadores, los dos vecinos de Espinoso, y los otros dos, vecinos del lugar de Sevilleja”, el comienzo de la andadura del pueblo como tal se produce a mediados del siglo XIX, pues es conocido que La Fresneda fue fundada por un labrador llamado “el abuelo Lorenzo” al que se reproduce en un panel de cerámica de los que adornan la pequeña plaza local.
Todavía se conoce cuál fue su casa y cómo se extendieron las edificaciones según crecía el vecindario descendiente de aquella primera familia pionera, con algunos vecinos más originarios de Buenasbodas.
A lo largo del arroyo Valbellido se distribuye el caserío que conserva algunas construcciones y rincones de sabor jareño con sus muros de pizarra o blanqueados.
Horno de cal cercano a La Fresneda
Fue erigida con la financiación que proporcionó don Anastasio Granados, sacerdote que fue obispo auxiliar de Toledo pero que cuando era cura en pueblos cercanos durante la Guerra Civil hubo de huir y fue recogido y ocultado por los “fresneanos” durante la contienda.
Pero el mayor encanto de La Fresneda, además de sus gentes, es su entorno y aislamiento.Labranza junto al embalse del Jébalo
Un paraje de gran belleza , con las aguas represadas entre encinares y olivares, y en cuyas orillas se asientan varias labranzas antiguas de bonita arquitectura tradicional, entre las que destacan la de Paniagua, que llegó a ser una verdadera aldea, o la de Los Villarejos, adquirida por los fresnedanos en parcelas y cuyo caserío domina la presa.
Si subimos el río unos dos kilómetros podremos bañarnos en pozas solitarias de aguas limpias entre fresnos y riscos de pizarra.Sepultura tardorromana violada en el Prado de la Moneda antes de su inundación
Nos acercaremos desde el pueblo a la presa, desde el muro comenzamos el paseo y tomamos el camino que en dirección sur nos lleva por la orilla izquierda del río.
Podemos subir por la labranza conocida como Los Villarejos, desde la que hay una magnífica vista sobre el embalse y todo el valle del Jébalo, con sus encinares y olivares que han conquistado las pendientes de las empinadas barreras.
Seguimos el recorrido por el camino de circunvalación del embalse y vamos viendo algunas viviendas de pizarra y adobe típicas de La Jara.
Por debajo de la aldea de Paniagua hay un puente por el que luego cruzaremos ya de regreso. Río arriba de este puente se suceden varias pozas muy hermosas entre pizarras, con la ribera festoneada de fresnos y acebuches.
Desde aquí también puede ascenderse el río, si tenemos tiempo, hasta llegar a los parajes del poblado de Portezuelo y el de El Martinete, del que hablaremos en otra ruta por situarse en él unos grabados y pinturas rupestres.
Puente peatonal junto a la labranza de Paniagua
JUNIO 15, 2017 MIGUELMENDEZ
http://lamejortierradecastilla.com/el-rio-jebalo-3-por-la-fresneda/&version;
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