Damos comienzo a este ejercicio masónico con la aportación de un buen amigo de este espacio, Gérard Contremoulin, que fue Consejero de la Orden del Gran Oriente de Francia, es miembro de la Logia Fréderic Desmons-Laïcité y titular del conocido Blog Sous la Voute Étoilée. Agradecemos su colaboración así como las facilidades que nos ha dado para disponer de su trabajo y mantenernos al tanto de la más reciente actualidad que concierne al Rito francés. A menudo se dice que el rito es “francés” porque el Gran Oriente lo es ”de Francia “. Diciendo esto, evocamos únicamente los 240 años que tiene el nombre de la obediencia de la “rue Cadet”, olvidando cuanto sucedió antes. Dejemos que los historiadores se ocupen de establecer los hechos. Casi con toda seguridad tendremos también que ocuparnos de la construcción del futuro del Rito, y por eso le dedicamos una especial atención a lo que acaba de suceder el 7 de septiembre último en París. En 1999 se refundaron los grados existentes más allá de la maestría del Rito francés con el establecimiento del Gran Capítulo General del Gran Oriente de Francia, la jurisdicción propia de los grados de sabiduría del Rito francés. El 7 de septiembre pasado ha nacido el Comité para la Unión de los Grandes Capítulos Generales de Rito Francés firmantes de la Carta de Lisboa, conocido como “Comité para la Unión Ramsay “. Forman parte de él los Grandes Capítulos Generales de las obediencias francesas (GLFF, GLMU, GLMF, OITAR) y los de los países con los cuales una relación fructífero ha permitido ver nacer tales Grandes Capítulos: Bélgica (2), Suiza, España, Portugal, Marruecos, América latina, Congo Brazzaville, Chile, Polonia, Montenegro… Como su propio nombre indica, se trata de un trabajo realizado merced a la firma de la citada Carta de Lisboa.
Justo 14 años después del acto de su refundación, el Rito francés de los Grados de Sabiduría pone de manifiesto su vitalidad, resultado de los esfuerzos de los diferentes equipos que lo han gestionado, y que no ahorraron esfuerzos para lograr la expansión de los valores liberales y adogmáticos dentro de una Francmasonería mundial todavía muy marcada por opciones consideradas como “tradicionales”.
Nosotros no lo sentimos así. Heredero de esta obediencia que nace en Francia en 1728, que trabaja de forma regular, cuando no en estrecha relación con sus hermanos de Londres, el rito que se practica entonces no se parece sino a sí mismo. Habrá que esperar 1804 y al retorno de De Grasse-Tilly, que vuelve con un rito en su maleta, para que se comience a descubrirse y a practicarse lo que llegará a ser el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, referido además en un primer momento únicamente a los ”altos grados “. Hacía ya casi 80 años que se trabajaba en plena regularidad…
¡Hoy se hace posible cerrar un paréntesis de largo silencio! Los esfuerzos coordinados de las obediencias que trabajan en el Rito francés a través de sus Grandes Capítulos Generales tienen aquí un nuevo apoyo para continuar promoviendo el desarrollo del Rito francés; ya sea impulsando la creación de logias, ya permitiendo la creación de capítulos, o ya dando respuesta a las hermanas y hermanos que esperan por otra visión masónica diferente a la del modelo anglosajón. Únicamente se trata de poner de manifiesto la voluntad de mostrar a nivel internacional que existen dos propuestas bien diferencias de Francmasonería. Cada quien es muy libre para elegir.
Se trata únicamente de hacerlo posible.
Gérard Contremoulin