El rito más abominable

Publicado el 17 septiembre 2016 por Cronicasbarbaras

Si no quiere conocer el horror sufrido por diecinueve aldeanos sirios sacrificados por el Califato Islámico el 12 de septiembre, Fiesta del Cordero, no siga leyendo esta crónica ni vea en internet la grabación de esas muertes adaptadas a un abominable rito religioso.

Esta fiesta se inspira en la Biblia, que cuenta que Abraham, iba a sacrificar a su hijo Isaac para probar su obediencia a Dios, aunque para los musulmanes la víctima era otro hijo, Ismael. En el último momento Dios le ordenó sacrificar a un cordero, que debe ser degollado hasta que se desangre totalmente.

La conmemoración es una borrachera de sangre. Las leyes occidentales prohíben matar animales así, pero se tolera porque en casi todas las casas musulmanas o en sus grupos familiares se hacen esos sacrificios discretamente.

En numerosos  países islámicos, se llenan plazas enteras de animales –camellos, vacas, caballos, corderos--, que se degüellan casi simultáneamente con grandes cimitarras hasta manar mares de sangre. Imagínese centenares de toros degollados a la vez en una plaza y desangrándose.

Muchos musulmanes rechazan que sean creyentes los seguidores del DAESH, el Estado Islámico de Irak y el Levante, creador del Califato, pero ellos juran que siguen la sharia o ley islámica. Y es cierto: la obedecen absoluta y literalmente.

Sus combatientes y terroristas son yihadistas sunitas, a los que denuncia por sacrificar a esos aldeanos la agencia iraní Alalam, de la secta rival chiita, que paralelamente defiende ahorcar homosexuales y lapidar pecadoras.

El DAESH acusó a los aldeanos de ser agentes de la CIA, y tras presentar en un vídeo sus maldades, los degüella y los cuelga boca abajo de garfios para ganado mostrando cómo se desangran totalmente mientras algunos se agitan aún.

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