El ritual de la palabra nueva

Por Eva Eva Cantavella

Una palabra nueva en cada reunión:
Reconozco que de adolescente era un poco friki (veo la sonrisa de algunos preguntando: ¿eras?). 

Para resultar más interesante, proclamaba trágicamente que prefería la soledad y así me aburría solemnemente en unas rocas, mientras los demás se reían en la playa (probablemente de mi idiotez). 

En la misma época, decidí leerme entera la enciclopedia. No sólo como un impulso de mejora personal y aprendizaje puro, sino para auto-afirmarme y de paso impresionar con mi “gran cultura…”. Patética. Sin embargo, una idea que me parece interesante hoy, es incluir el ritual de la palabra nueva en alguna de tus reuniones.Para aquellas que se realizan con una periodicidad superior a los 15 días, puede establecerse este interesante hábito: de manera rotativa, se inicia la reunión compartiendo una palabra “nueva”. Propongo ese plazo para que no se convierta en una carga… ¿Nueva? Significa sencillamente desconocida u olvidada por quien la comparte. Es importante que si alguno de los participantes ya conocía la palabra, no caiga en la impertinente tentación de expresarlo… (ni siquiera con un gesto!).A parte de fomentar la cultura del aprendizaje continuo como valor, se crea un lenguaje común y no deja de sorprender la poca homogeneidad que existe en el uso del vocabulario en una empresa.

Quizá llevas años hablando de tu problema de procrastinación con tus compañeros y un día un compañero la propone como nueva…