Ilustración Kerry Darlington.-Julia de Burgos-
Yo te fui contemplando desde la carne al alma,y me sentí culpable de un extraño delitoque me subía a los ojos en chispeantes miradas,y se rompía en mi rostro en rubor infinito.
De pronto fue tornándose en pájaro mi boca,y un sentimiento cósmico inundó mis sentidos;me escondí en el secreto que estalló en tus pupilas,y adiviné en tu rostro al rival de mi río.
¡Río Grande de Loíza!... Alárgate en su vida.¡Río Grande de Loíza!... Alárgate en su espíritu,a ver si te descubres en la flor de su alma,o en el sol de sus ojos te contemplas tú mismo.
Él tiene en sus caricias el gesto de tu abrazo,y en sus palabras cuelgan rumores parecidosal lenguaje que llevas en tu boca de aguadesde el más quieto charco al más agreste risco.
Tú me besaste un día despertándome el alma;él también me ha besado con un beso tan límpido,que no se allá en mi espíritu si posar extasiadaen el beso del hombre o en el beso del río.
¡Quién sabe si al vestirme con mi traje de carne,y al sentirte enroscado a mi anhelo más íntimo,surgiste a mi presencia en el río de sus ojos,para entregarte, humano, y sentirte más mío!
¡Quién sabe si al bajarte del lomo de la tierrapara besarme toda en un loco delirio,te humanizaste en su alma, y brotaste en corrientesque una a una en mi tierra de emoción hizo nido!
¡Oh rival de mi río!... ¿De dónde me llegaste?¿En algún país remoto te bañaste conmigomientras en otra playa, con alguna doncellase entregaba en amores mi voluptuoso río?
¿Me sorprendiste acaso en algún aguaceroviolando claridades y callando suspiros,portavoz ambulante de una raza de aguaque me subió a las venas en un beso del río?
¡Río Grande de Loíza!... Yo lo fui contemplandodesde la carne al alma: ese fue mi delito.Un sentimiento cósmico estremeció mi vida,y me llego el amor... tu rival presentido.