Una serie de
incidentes violentos ocurridos este domingo en el estadio Monumental, del River Plate, dejó
heridas a unas 25 personas que fueron ingresadas en el hospital Pirovano, de Buenos Aires, tras el
clásico entre River Plate y Boca Juniors, que acabó con un
empate a 2 goles.
Imágenes de los episodios de violencia vividos en el superclásico River Plate - Boca Juniors ATLAS
Aficionados del Boca Junior agreden a un guardia de seguridad, durante el partido cotnra el River Plate, el domingo en Buenos Aires.
Los encontronazos entre
hinchas y agentes de seguridad se produjeron en el sector en el que estaban situados los hinchas boquenses, poco antes de que terminara el encuentro, según han explicado fuentes de River Plate. "Sabemos que los agentes fueron agredidos con
objetos contundentes y que algunos de ellos fueron llevados al hospital con
heridas", han señalado las fuentes, que han desmentido las informaciones de algunos medios locales según las cuales dos personas habían muerto en los incidentes.
La empresa de seguridad privada Tech Security, contratada por el River Plate, ha confirmado que seis agentes de su plantilla resultaron heridos y ha añadido que "todos están fuera de peligro".
ENORME EXPECTATIVA
En el campo, River Plate y Boca Juniors igualaron 2-2 el clásico del fútbol argentino disputado en la duodécima jornada de la Liga. Por el River, marcaron
Leonardo Ponzio y Rodrigo Mora y para el conjunto boquense anotaron
Santiago Silva y Walter Ervitti. Este último en el minuto 91, cuando los aficionados del River ya celebrabran la victoria.
Así, el River se quedó con las ganas de ganar. Superaba ampliamente y por dos goles de diferencia al Boca Juniors, que en los últimos 15 minutos del partido terminó empatándolo. La fiesta soñada devino pesadilla para los jugadores y esas tribunas que saltaban de alegría.
El conjunto que dirige
Matías Almeida había sido un claro dominador. Golpeó por intermedio de Leonardo Ponzio, al minuto y medio de iniciarse el encuentro. Rodrigo Mora, a los 25 minutos del complemento, anotó el segundo tanto. Cuando el rival histórico parecía haber bajado los brazos, cuando casi nadie imaginaba un milagro, sucedió lo
imprevisto. Primero, Santiago Silva, de penal, a los 28 minutos, puso las cosas 2-1. Luego, a los 45 minutos, Ervitti logró la paridad. Ni los hinchas del Boca lo podían creer.
El partido número 339 entre los dos equipos con mayor popularidad en este país había despertado una
enorme expectativa debido a que no se jugaba hacía casi un año y medio debido al descenso del River a la segunda categoría.