Esta vez nos proponemos arrebatar el misterio al ROI (Return On Investment). Muchos, al escuchar hablar de este ROI se espantan y se les nubla la mente porque no saben de qué planeta ha bajado este señor.
Una vez clarificado el concepto, toca echar mano de las matemáticas porque ¡el ROI se puede calcular!: Así, al beneficio que hemos obtenido de una inversión (o que planeamos obtener) le restamos el costo de inversión realizada. Luego el resultado lo dividimos entre el costo de la inversión y obtenemos el ROI.
Para saber el porcentaje de beneficios de nuestra inversión podemos multiplicar el ROI por 100. Es decir, con un ROI del 2% en realidad estamos ganando un 200% del dinero invertido, o lo que es lo mismo, de cada nuevo euro invertido estamos obteniendo 2 nuevos euros (siempre una vez descontado el coste de la inversión).
Sin embargo, el ROI es un animal que sólo se deja atrapar por partes. Pues muchas veces no
Desde luego, si el trabajo se hace bien, verás y escucharás a tu Roi, mientras lo esperamos, le enseñaremos el camino a tu negocio para que no se extravíe en la puerta de otro:
-Mejorar la usabilidad y accesibilidad de la web (en definitiva, que resulte más fácil navegar por ella)
-Utilizar textos enfocados al cliente de la empresa
-Emplear imágenes y textos que resulten creíbles para el consumidor
-Abreviar el contenido de las diferentes landing pages de la compañía
-Mejorar el posicionamiento web de la marca y el recurso a técnicas SEO
-Social Media Marketing para crear más lealtad de marca y llegar a los visitantes más específicos
Y esto es sólo el nombre de unas cuantas calles, hay muchas más hasta llegar a tu empresa. El callejero da mucho de sí y hay que ponerle un Google Maps entre las manos al señor Roi con una equis bien inmensa plantada en la fachada de tu pyme.