El ROI o cómo conseguir que tu dinero vuelva acompañado de buenos amigos

Por Neost

Esta vez nos proponemos arrebatar el misterio al ROI (Return On Investment). Muchos, al escuchar hablar de este ROI se espantan y se les nubla la mente porque no saben de qué planeta ha bajado este señor. Pues bien, el concepto es sencillo: uno invierte su dinero creyendo que nunca volverá, pero se engaña pues un buen día éste vuelve acompañado de una tropa de amigos; los beneficios. Desde luego este efecto boomerang de nuestro capital ya lo conocíamos, es el credo de la empresa; “invierto para ganar”, pero la manía de abrazar siglas anglosajonas revuelve un poco el asunto.

Una vez clarificado el concepto, toca echar mano de las matemáticas porque ¡el ROI se puede calcular!: Así, al beneficio que hemos obtenido de una inversión (o que planeamos obtener) le restamos el costo de inversión realizada. Luego el resultado lo dividimos entre el costo de la inversión y obtenemos el ROI.

Para saber el porcentaje de beneficios de nuestra inversión podemos multiplicar el ROI por 100. Es decir, con un ROI del 2% en realidad estamos ganando un 200% del dinero invertido, o lo que es lo mismo, de cada nuevo euro invertido estamos obteniendo 2 nuevos euros (siempre una vez descontado el coste de la inversión).

Sin embargo, el ROI es un animal que sólo se deja atrapar por partes. Pues muchas veces no obtendremos cifras con las que restar o sumar, sino menciones de nuestra empresa, visitas a nuestra página, conversaciones de usuarios, seguidores en las redes sociales, la mejora de la reputación de la marca… Tendríamos que contratar a Einstein para que nos confeccionara una teoría de la roiabilidad precisa con la que obtendríamos hasta decimales. Lo cierto es que no podemos establecer vínculos telepáticos con ninguno de los “fans” y saber si acabará comprando algún producto. Si fuera así, ahí tendrías a tu Roi Orbison, plantado en la puerta de tu empresa demandándote un servicio, y sin fórmulas de por medio. Ese sería tu querido Roi (aunque sin “y” al final).

Desde luego, si el trabajo se hace bien, verás y escucharás a tu Roi, mientras lo esperamos, le enseñaremos el camino a tu negocio para que no se extravíe en la puerta de otro:

-Mejorar la usabilidad y accesibilidad de la web (en definitiva, que resulte más fácil navegar por ella)

-Utilizar textos enfocados al cliente de la empresa

-Emplear imágenes y textos que resulten creíbles para el consumidor

-Abreviar el contenido de las diferentes landing pages de la compañía

-Mejorar el posicionamiento web de la marca y el recurso a técnicas SEO

-Social Media Marketing para crear más lealtad de marca y llegar a los visitantes más específicos

Y esto es sólo el nombre de unas cuantas calles, hay muchas más hasta llegar a tu empresa. El callejero da mucho de sí y hay que ponerle un Google Maps entre las manos al señor Roi con una equis bien inmensa plantada en la fachada de tu pyme.