Ayer murió Corín Tellado. Asturiana universal la llamarán ahora, y quizá tenga más reconocimientos de los que tuvo en vida. Pero sin duda alguna no se puede negar ni el mérito, ni el valor, ni los homenajes que ya ha tenido.
Creo que me he leído tres libros de ella en mi vida, los pillé una tarde de sábado lluviosa en casa de mi abuela, escondidos en el fondo de un cajón, cuando tenía trece o catorce años. Siempre he sido una lectora compulsiva, y esos libros me los merendé en un pispas ese fin de semana. No sé si fueron las primeras novelas románticas que leí, pero sí no lo fueron, pocas debí leer antes.
En su momento me gustaron mucho, creo que como suele decir mi madre "abrieron boca" para todo lo que devoré después. También creo que ahora mismo no me gustarían, me parecerían poco creíbles (aunque irónicamente me creo las de Ward o Kenyon) y pueriles... los protagonistas no llegaban más allá de decirse lo mucho que se querían y darse un casto beso.
Sé que ahora mismo no me compraría uno de sus libros, pero creo que en su momento ayudaron a que muchas mujeres tuvieran unas horas de evasión y de sueños. Que, al fin y a la postre, es lo que buscamos todas cuando leemos una novela romántica, sea del estilo y de la época que sea.
Oyendo y viendo las entrevistas que tiene en su web www.corintellado.com se la reconoce como una mujer de caracter que siempre ha tenido las cosas muy claras. Una claridad con la que vivió.
Descanse en paz