El Rosedal de Buenos Aires

Por Javier Cabral
El Rosedal de Buenos Aires
Un paseo obligatorio en la época de las abuelas era ir al Rosedal en Palermo. Luego el mundo moderno fue relegando los lugares silenciosos y calmos por actividades más ruidosas y veloces.

El Rosedal, como su nombre lo indica tiene que ver con rosas, pero son miles y miles, de todos los colores, de distintos lugares del mundo. Una colección impresionante. Incluso hay especies dedicados a rosas ganadoras de concursos.
Pero el paseo es más que rosas, hay lagos donde los patos forman procesiones para alegría de los niños, hay un patio andaluz con sus característicos mosaicos y azulejos, obsequiado por la ciudad de Sevilla, hay puentes de varios modelos, fuentes de agua surgente, numerosas estatuas de todo tipo.
También se tiene el Jardín de los poetas donde están los bustos de numerosos poetas famosos.
Mantener los rosales en buenas condiciones debe ser todo un arte en especial en las épocas en que el clima no el benigno para las rosas.  
Vale la pena dedicarle varias horas, sin apuros para poder disfrutar de un hermoso paseo que perdura en el tiempo manteniendo su belleza y… gratis.