Autor: Alfredo Gómez Cerdá
Género: Juvenil
Editorial: SM
Páginas: 157
Precio: 9,95€
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Sinopsis:
Una gamberrada. Un móvil. Y un blog en internet. Los planes menos pensados pueden acarrear las consecuencias más imprevistas.
¿Cómo es posible que algunos vídeos de internet se difundan tan rápido?
Una escena interesante, una anécdota divertida... Ya está todo inventado. Hay que grabar algo que de verdad llame la atención. Algo arriesgado y peligroso. Tan peligroso que nadie puede saber quién lo ha colgado.
Adrián y sus amigos tienen una buena idea. Seguro que su vídeo se convierte en el más visto de internet en menos de 24 horas.
Pero ¿nadie se ha parado ea pensar en las consecuencias de lo que han hecho?
Booktrailer:
Opinión de MJ:
Una de las cosas que me llamó la atención de este libro, a parte de la sinopsis, fue la portada. Casi totalmente negra, solo roto ese color por el blanco que le resquebraja y que da color a parte de un rostro, casi un ojo entero.
La verdad es que la portada está muy currada. Para que lo podáis entender sin tener el libro delante, el negro (lo que sería la portada) vendría a ser un espejo, el cual está roto, viéndose esa rotura en las líneas blancas, y detrás una parte muy pequeña de un rostro.
Pero lo mejor no es eso, sino el relieve que recorre toda la portada. Según se van pasando los dedos por la portada, notas cómo cada línea blanca está en relieve para evidenciar esa rotura. Además, en la parte baja, en el lado derecho, en brillo, tenemos la ilustración de un móvil (más bien parte de él).
Como ya he dicho, la portada llama mucho la atención, pero lo que hizo que me decidiese por el libro fue la sinopsis. En ella podemos ver que la novela trata de algo que desgraciadamente es muy cotidiano, cómo los jóvenes graban con el móvil sus barbaridades (peleas, acoso, destrozos, etc.) y lo suben a internet para ganar notoriedad.
El autor no tarda nada en meternos en la historia. Nada más comenzar el libro los chicos ya están borrachos y se dirigen a una de las pasarelas de la autovía para llevar a cabo lo que se les ocurrió mientras bebían, o sea, coger piedras de un tamaño considerable para tirarlas a los coches que por ahí pasen, eso sí, no tenían que chocar contra los automóviles.
Querían reirse, querían tener un subidón, querían ver cómo los conductores se veían sorprendidos por esa piedra que caía del cielo y la evitaban en el último segundo... Vamos, los gilipollas de los adolescentes querían divertirse a costa de otros.
Adrián, el cabecilla, se quedará en la cuneta para grabarlo todo mientras que Borja y Claudio suben con las piedras para lanzarlas. El primero en lanzar la piedra es Claudio, también llamado el "tocapelotas" por lo cobardica que es; y el segundo, el que desata todo, es Claudio, el buen amigo de Adrián que siempre le apoya.
Tiran la segunda piedra sin que de al coche, pero al conductor lo cogen tan de sorpresa (¡y a quien no!) que al dar un bandazo con el vehículo, pierde el control de éste y termina dando vueltas de campana... Lo peor no es lo que han conseguido con la bromita, sino que se dan a la fuga y dejan a los ocupantes del coche a su suerte.
A partir de ese momento no hacen más que autoengañarse, repetirse una y otra vez a sí mismos y entre ellos que el accidente no es culpa de ellos, sino de la pobre habilidad del conductor en el arte de conducir (esto me mató, me dieron ganas de empezar a arrancar cabezas). Aunque claro, una cosa es intentar autoengañarte y otra es ser tan tonto como para pensar que no te van a coger, así que los 3 chicos se unirán más que nunca para aparentar normalidad y dedicir qué harán para que no les atrapen.
Los chicos estarán muy nerviosos. Por mucho que intentan creerse eso de que no son del todo culpables, saben que obraron mal, saben que deberían haberse entregado, incluso alguno que otro lo intentará o se le pasará por la cabeza, por lo que los otros se rebelarán y se pelearán... Si cae uno caerán los tres. El trío al completo estuvo metido en el ajo, pero ¿quién querría destruir su vida desde tan joven?
Con este panorama se darán momentos tensos, dudas, peleas, mentiras, "conspiraciones" y malos rollos entre los tres chicos. Viven un momento muy intenso y no saben cómo afrontar lo que les viene encima.
Aunque los tres estuvieron involucrados, el protagonista absoluto es Adrián, el chico que grabó lo ocurrido. La historia se cuenta desde su perspectiva por ser más chocante que las historias de sus amigos, ya que una de las personas de ese segundo coche era la madre de su novia. ¿Qué hacer? ¿Cómo pudo tener tan mala suerte? ¿Mentirá toda su vida a su novia y su familia? ¿Podrá vivir con ello?
Esas preguntas y muchas más se dan a lo largo del libro, y justamente eso es el problema del libro. Este aspecto debería ser positivo para cualquier novela, pero como este libro es tan corto (157 páginas), letra grande y espaciada, el autor expone esas preguntas morales y las deja sin respuesta, no profundiza, no indaga, por lo que te deja cierta sensación de vacío mientras se va leyendo. Es como si no terminase de arrancar la lectura.
Además da la sensación de que el libro termina cuando realmente debería empezar la historia por el final tan abierto que tiene. ¿Querrá escribir una continuación y por eso mismo pasa de puntillas sobre muchos temas importantes y así zambullirse en ellos en la continuación? ¿O simplemente quiere mostrarnos las preguntas para que nosotros mismos pensemos en el tema que nos pone delante?
Sea como fuese, aunque la primera mitad del libro te deja esa sensación de que le falta algo al libro, la segunda mitad se lee rapidísimamente por la tensión que desprende cada palabra. El protagonista ya se ve en el borde del abismo y piensa, dice y hace cada cosa que te deja sin palabras... Acusa a otros, miente a otros tantos, está irascible, etc etc etc.
Para terminar diré que me pensé mucho muchísimo qué nota darle, si 3 o 4 estrellas, no os hacéis una idea de cuánto me costó. Por una parte está el tema que trata, lo real de la historia, lo cortito del libro, lo rápido que lee, los personajes tan dispares y que evolucionan de diferente manera a la que uno podría pensar... Pero como contrapunto tenemos una historia en la que el autor no ha profundizado en los subtemas que él mismo nos pone delante, cuando tenía para profundizar largo y tendido.
No sé. Estoy entre un bien alto y un notable bajo. Para los lectores que valoren una historia ligera bien narrada, esta novela será de notable bajo; pero para los lectores a los que les gusten las historias con cierta profundidad y en las que no se pasen de puntillas sobre muchas cosas, la novela tendría una puntuación de bien alto.
¿Recomendable? Pues sí. El libro ni es malo ni aburrido, y su gran punto a favor es el tema que trata, uno de los más actuales. No pasará a los anales de la historia como una lectura obligatoria, pero es interesante, tanto para pasar el rato como para ponerse a pensar sobre el tema y las preguntas que nos lanza el autor a través de sus personajes.
Puntuación: 6,5 / 10