"El ruiseñor", de Kristin Hannah: una historia inolvidable

Publicado el 11 abril 2016 por Lidiacasado


Título: El ruiseñor
Autora: Kristin Hannah
Editorial: Suma de letras
Género: novela histórica, bélica
Páginas: 596
Publicación: febrero 2016
ISBN: 9788483658956


  Francia, 1939. En el tranquilo pueblo de Carriveau, Vianne Mauriac se despide de su marido, Antoine, que debe marchar al frente. Ella no cree que los nazis vayan a invadir Francia, pero lo hacen, con batallones de soldados marchando por las calles, con caravanas de camiones y tanques, con aviones que llenan los cielos y lanzan bombas sobre los inocentes. Cuando un capitán alemán requisa la casa de Vianne, ella y su hija deben convivir con el enemigo o arriesgarse a perderlo todo. Sin comida ni dinero ni esperanza, Vianne se ve obligada a tomar decisiones cada vez más difíciles para sobrevivir.
  La hermana de Vianne, Isabelle, es una joven rebelde de dieciocho años que busca un propósito para su vida con toda la temeraria pasión de la juventud. Mientras miles de parisinos escapan de la ciudad ante la inminente llegada de los alemanes, Isabelle se encuentra con Gaëton, un partisano que cree que los franceses pueden luchar contra los nazis desde dentro de Francia. Isabelle se enamora completamente pero, tras sentirse traicionada, decide unirse a la Resistencia. Sin detenerse nunca para mirar atrás, Isabelle arriesgará su vida una y otra vez para salvar a otros.

En el amor descubrimos quiénes queremos ser.
En la guerra descubrimos quiénes somos en realidad.
   De la misma manera en que hay veces que abrimos un libro con prejuicios o con resistencias, hay otras en las que lo abres con ilusión, sin cortapisas, entrando en la historia desde la primera página y sabiendo que lo que viene a continuación te va a gustar. Si te digo la verdad, me gustaría saber de qué depende un sentimiento u otro, si solo de lo que lees o escuchas sobre un libro, su portada, su sinopsis, el estilo del autor... o de una especie de pálpito, de conexión, de flechazo. Pero lo cierto es que así ocurre.
   Y eso me ha pasado con esta novela. Tenía cierta predisposición a que me gustara o, quizá, la intuición de que me iba a gustar. Sea como fuera, he disfrutado de ella, tal y como esperaba. Incluso me atrevería a decir que un poco más.
   Argumento y trama al margen, una de las cosas que más me ha gustado de esta novela ha sido la contraposición a la hora de dibujar a las dos hermanas protagonistas, Vianne e Isabelle. Ambas, partiendo de la misma base (hijas de un hombre que regresó tan cambiado de la I Guerra Mundial que no supo volver a ser quien era hasta casi el final de sus días, huérfanas de una madre que falleció cuando ellas eran niñas y casi repudiadas por ese padre-fracaso que no quiso o no pudo o no supo cómo hacerse cargo de ellas) representan dos tipos de mujer totalmente opuestos: Vianne es sumisa, insegura, familiar y, lo confieso, al principio de la novela casi hasta me cayó mal, con su poca sal y su casi nula capacidad para ver el mundo en el que vive; mientras que Isabelle es rebelde, un poco insensata, contestataria, pasional y, a veces, hasta irracional
    La dinámica que se establece entre estos dos modelos casi antitéticos permite a la autora, por una parte, reflexionar sobre las diferentes personalidades del ser humano y dibujar cómo reacciona cada una de ellas frente a un mismo hecho común, la guerra; y, por otra, crear una serie de clímax dramáticos que nos permiten conocer más a las hermanas, sus diferencias, y ahondar en la relación (o, mejor dicho, la falta de relación) que existe entre ellas.
   Pero este punto de partida tan opuesto también permite a Hannah explorar lo que las une por debajo de tantas diferencias y, sobre todo, cómo evolucionan a lo largo del conflicto bélico. Y ahí es donde surge uno de los grandes mensajes de la obra, el que abre la novela y aparece bien marcado en la contraportada: "en el amor descubrimos quiénes queremos ser. En la guerra descubrimos quiénes somos en realidad".
    Creo, por tanto, que la gran apuesta de esta novela son sus personajes pero eso no quiere decir que otros elementos narrativos, como el argumento, el ritmo, la trama, el tratamiento del tiempo o de los espacios, no están logrados. Hannah nos sitúa con acierto en un tiempo de oscuridad, muerte y dominación (la ocupación de Francia por parte de los nazis) y nos pone ante los ojos situaciones tales que, durante la lectura de la novela, no he podido evitar que un único pensamiento se instalar en mi cabeza: "por favor, que este horror no se vuelva a repetir. Jamás. Por favor". Tristemente, cerraba la novela, leía los periódicos o veía las noticias en la tele... y me daba cuenta de que todo se repite, siempre. Que los errores siguen siendo los mismos (prepotencia, afán de dinero, lucha por la supremacía de unos hombres sobre otros y, sobre todo, falta de reacción a tiempo por parte de quienes podemos hacer algo por poner freno a tanta barbarie) y que las soluciones nunca llegan a tiempo. Que parece hacer falta que cientos de miles o millones de personas mueran para que hagamos algo.
    Intensamente dramática (Hannah no obvia sufrimientos ni pasajes dolorosos), esta novela pone ante los ojos del lector la guerra y la ocupación de un país de una manera vívida, bastante realista y, sobre todo, conmovedora. El ruiseñor está llena de historias, de Historia y, sobre todo, de sentimientos, miedos y frustraciones. Es decir, de humanidad.
    Y, por supuesto, me quedo con otro de los grandes mensajes de la novela: reivindicar el papel de las mujeres en los conflictos armados y poner en valor su valentía, su capacidad para sacar adelante a las familias que quedaron a su cargo, su entrega y también su compromiso para luchar por unos ideales que no son patrimonio exclusivo de los hombres.
    En definitiva, una novela emocionante, que te atrapa, capaz de horrorizarte y enamorarte casi a partes iguales que vuelve a poner sobre la mesa la reflexión sobre el ser humano en tiempos de guerra y sobre el valor (pocas veces reconocido) de la mujer, su valentía y sus heroicidades.      
   Nos seguimos leyendo.

   Agradezco a Adivina quien lee, El templo de la lectura y Libros que hay que leer que organizaran el sorteo y lectura conjunta gracias a los que he podido leer esta novela y a Suma de Letras, el envío de mi ejemplar.
   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  • Reto 100 libros: 23/100
  • Reto Genérico: 15 (1/2 guerreros)/40