El Ruiseñor milanés canta de nuevo

Por Nenaproblemas @elisabetgimeno
Elegantemente vestida e impuntual en la justa medida se presentaba Bianca Castafiore el pasado miércoles en el teatro de la Scala de Milán. Un gran número de periodistas llegados de los cinco continentes la aguardaban expectantes. No podía ser de otro modo, puesto que la vuelta de la soprano a los escenarios viene de la mano de una grabación que va a sorprender a más de uno. Muy consciente de la importancia del periodo barroco y de la relevancia que ha adquirido en las programaciones a lo largo de las dos últimas décadas, la diva quiere dar a conocer compositores milaneses de finales del siglo XVII.

La diva a su llegada al teatro de la Scala

Siguiendo la estela de intérpretes como Cecilia Bartoli, Bianca Castafiore desea ofrecer un trabajo en el que la música y el diseño giren alrededor de un mismo concepto. Por eso mismo, el escenario de la Scala estaba repleto de la variante de rosa que el profesor Tornasol creó en honor de la Prima donna. Rosas porque la mayoría de piezas grabadas son obra del compositor Dante Rosso, músico al servicio de la familia Serpini en cuyo escudo figura esta flor. En lo que atañe al repertorio seleccionado, se caracteriza por piezas que requieren de gran virtuosismo. Destaca la cantata sacra Abusus non tollit usum que exalta las virtudes de la vida contemplativa y que Rosso compuso con motivo de los votos perpetuos de Francesca, hija menor de la familia Serpini.
La parte gráfica de este proyecto ha sido encargada a Robert Mapplethorpe, mundialmente conocido por sus muy sugerentes fotografías de flores. De hecho, el artista está ya trabajando en la portada del disco que, por supuesto, será una rosa. A pesar de las novedades que entraña esta aventura musical, el Ruiseñor milanés se ha rodeado también de viejos amigos y colaboradores. De ahí que el proyecto haya sido subvencionado íntegramente por la Fundación Haddock presidida por el capitán. En cuanto a la labor científica, ha sido llevada a cabo por el maestro Igor Wagner y el profesor Tornasol. Mientras el primero se ha encargado de la investigación musicológica, el segundo ha dirigido la reconstrucción de los instrumentos con los que el ensemble Los virtuosos de Moulinsart acompañan a la soprano. Finalmente, para las fotografías promocionales y los recitales la diva lucirá un vestuario inspirado en trajes de las mujeres Serpini. La tarea de confección ha sido realizada por Irma, fiel doncella de la Prima donna.
Sobre el disco, que estará disponible en las tiendas a principios de noviembre, no han querido desvelar más detalles. Se sabe que incluirá un cuadernillo con datos sobre los compositores elegidos y una selección de textos redactados por personalidades tan destacadas como Tintín. El periodista belga, presente también en la rueda de prensa, ya ha adelantado que rememorará las aventuras vividas junto a la cantante en un emotivo y divertido escrito.

La Castafiore con su rosa

Post scriptum: A finales de mayo anónim@ me felicitaba por mi post acerca de Bianca Castafiore. Además, est@ lector@ del kuaderno me animaba a escribir de nuevo sobre Tintín y su mundo. La idea me gustaba porque era lo más parecido al primer encargo que recibía la niña problemas. Sin embargo, no resultaba fácil sacarme de la manga un texto sobre Tintín. Así que no me quedó más remedio que encomendarme a las Musas. Por suerte, en menos de un mes llegó el soplo divino. Todo empezó con el latinajo que da título a la cantata. Un alguien muy serio pero con mucho sentido del humor lo dejó escrito entre mis legajos (uso esta palabra para darle un aire más novelesco a la narración). El resto prácticamente vino solo.
Mi idea era transformar a la Castafiore en una diva del siglo XXI, respetando siempre la idea original de su creador. En consecuencia, al igual que Hergé se había inspirado en grandes figuras del momento como la Callas para diseñar su Prima donna, yo me fijé en las intérpretes que hoy más se cotizan. Uno de los requisitos principales es el dominio de un amplio repertorio. Por eso mismo, hice que el Ruiseñor se interesara por la música antigua, campo en el que también podría lucir sus habilidades vocales. Ahora bien, me tuve que inventar el corpus de obras que grabaría, puesto que alguien como ella jamás irrumpiría en la música barroca con un repertorio que fuera de segunda mano. Cecilia Bartoli y sus originales discos cuidados al detalle eran el mejor ejemplo a seguir. Así, ya de paso, creaba la imprescindible rivalidad entre divas. En cuanto al equipo de colaboradores, opté por el mecenazgo del capitán Haddock porque hoy en día sin el patrocinio de fundaciones privadas como la suya muchos proyectos culturales no verían la luz. Por otro lado, la presencia del profesor Tornasol era imprescindible a causa de los sentimientos que su corazón alberga hacia la cantante. Además, alguien tan curioso como él era fácil de tentar si se le encargaba que coordinara la copia de los instrumentos originales. Finalmente, decidí resucitar a Rober Mapplethorpe porque sólo él hubiera sabido sacar el mejor partido al ejemplar más perfecto de la rosa variante "Castafiore".