El ruiseñor y la primavera

Por Dashira
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El ruiseñor y la primavera

Es la mañana del 21 de marzo. El viento comienza a soplar suavemente agitando las ramas de los árboles como queriendo arrancar el polen de las flores. El viento llegaba con alegría, bailes y movimientos deseando anunciar algo.Pero se asoma el sol y comienza a calentar el bosque. Mágicamente reverdecen los pastos y florecen los árboles dejando fluir  un delicado aroma.

Llegan las mariposas revoloteando sobre las flores y embriagándose de colores vuelan de aquí para allá. En ese instante se escucha una multitud de silbidos, borboteos y dulces cantos.Un canto sobresale, pues hay pocos pájaros que canten mejor que él. Es un ruiseñor anunciando la llegada de la primavera.
_ Ha llegado la belleza, el amor, un nuevo comienzo_ canta el ruiseñor, moviéndose ágilmente entre la vegetación. Ligeramente sale del matorral y salta hacia el suelo. Al descubierto, anda entre las hojas buscando insectos y larvas para comer. El clima se torna muy agradable, después de haber soportado un frío invierno lleno de oscuridad y soledad. Todo eso quedó atrás, por ello, el ruiseñor agita sus alas y vuela hacia la rama de un árbol.Allí comparte los alimentos con un pájaro hembra balanceándose sobre rama de un árbol felizmente. Porque la primavera siempre trae nuevos comienzos y abre camino a la esperanza.

Autora: María Abreu

“Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. Porque he aquí ha pasado el invierno, se ha mudado, la lluvia se fue; se han mostrado las flores en la tierra.”(Cantares 2:10-12).


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