El sablazo, esa costumbre tan nuestra, de pedir, prestado con innumerables escusas, siempre bienintencionadas, para luego no devolver el dinero, que se nos dio, de buena voluntad. Casualidad de casualidades, que algo así esta ocurriendo en nuestra sociedad. Se creció a un ritmo inusitado, cerca de un 3% de PIB, que eso para una economía madura como la nuestra, era una cifra nada desdeñable, pero si analizamos mas profundamente ese crecimiento, (un 1% provenía de las ayudas de la UE, y otro 1% era generado por la construcción y sus derivados, el resto, era turismo, sector servicios y consumo, generado por la vía del préstamo), en realidad se esta sustentando en dos pilares, una moneda fuerte, el euro, mas unos tipos de interés muy bajos, que motivaron el consumo de todo tipo de vienes, especialmente la vivienda. Es decir vivíamos por encima de nuestras posibilidades y eso solo se genero a base de "sablazos", es decir en función de prestamos que se nos concedían, con la esperanza de poder pagarlos, dado las buenas expectativas, todo giraba a la perfección. Pero la capacidad de endeudamiento, es finita, como los recursos naturales, y llegados a ese punto, nos encontramos, en la situación actual. Se nos rescata, porque nuestros bancos están quebrados, ya que se endeudaron con otros bancos, para así poder prestarnos a nosotros. El estado ha ido a su rescate, a su ven endeudándose mas, no ha podio hacerlo y ha tenido que pedir ayuda a la UE. En resumen, vivimos rodeados de un mar de deudas, del que difícilmente se podrá salir, a no ser que nos "apretemos el cinturón", pero muy mucho, y como siempre se lo apretaran los de abajo.
Tras este breve reflexión de la situación económica, que me ha invitado ha realizar esta divertida pagina de Raf, publicada en la revista Cancan numero 50, de 19 de enero de 1959, os dejo con esta nota de humor, y que por lo menos en la adversidad, aun tengamos capacidad de reírnos.