un vientecillo de abril que remueve los años,
a mí me encuentra de espalda mirando mis manos
y roza la flor del mantel con sus labios helados.
Parece que todo está igual pero algo ha cambiado,
algo se queda en el aire y nos ha interpretado,
tal vez las pequeñas palabras de un libro cerrado
o es sólo el aliento del mar como un pétalo blanco.
Manuel García.
El tiempo va pasando y las cosas también sin darnos cuenta, cuando uno mira fotos de hace un par de años ve los cambios sutiles que el tiempo va dejando en el semblante. Como si algo se quedara en el aire nos vamos impregnando de grandes y pequeños recuerdos de cada tiempo y de cada espacio que inundan el ser de cada familia. Ozu en su última película hizo el recuento de que lo sus escenas mostraron durante su carrera, como si supiera que la muerte ya empezaba a rondar, el Japón testigo de sus penas y renaceres vio en cada detalle que eso que parecía igual se había transformado en una nueva sociedad.
Sakuma (Eijiro Tono), el "calabaza"ahora mucho más anciano y bueno para el trago, no se puede sus pies de tanta borrachera por lo que en una ocasión Kawai e Hirayama lo van a dejar a su casa, ahí es que descubren que el gran profesor ahora tiene un pobre restaurat que es atendido por su hija Tomoko (Haruko Sugimura) ahora mayor... y para la época una solterona triste. Al mismo tiempo los amigos de Hirayama le empiezan a preguntar cuando casará a su hija menor.
Yasujiro Ozu murió de cáncer en diciembre de 1963, paradójicamente nunca se casó ni tuvo hijos, sin embargo fue capaz siempre de mostrar lo cotidiano, muchas de sus obras aún continúan desaparecidas, será un tesoro encontrarlas alguna vez, absolutamente japonés desde su tatami y su cámara generalmente fija, uno debe sacarse los zapatos para ingresar en el interior de la vida y las ilusiones de un país inmenso, lleno de historia, orgullo y progreso.
Saludos a todos.
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Samma no aji en Wikipedia
4.- Escenas