El Sahara, de nuevo, un conflicto invisible

Publicado el 10 enero 2011 por Rgalmazan @RGAlmazan

Como era de prever, después de los conflictos de hace dos meses, el mundo se ha olvidado del conflicto del Sahara. Ya es agua pasada. Lo dijimos y repetimos, y por desgracia se ha cumplido.

Las aguas han vuelto a su cauce, los marroquíes han dejado pasar el tiempo con la colaboración impúdica de las potencias de Occidente, incluida España. Eso sí, la represión continúa, la policía de Marruecos tiene sitiado El Aaiún, y muchos saharauis han sido detenidos.

El Sahara sólo salta a la primera plana de los medios con hechos muy sonoros, como la huelga de hambre de Aminetu, hace más de un año, o la represión del campamento pacífico de Agdaym Izik. Luego, desaparece, sólo ciertas noticias en letra pequeña y medios de comunicación alternativos nos hacen ver que Marruecos sigue imponiendo su ley y subyugando a los saharauis.

Los medios de comunicación convencionales sólo buscan carnaza, noticias que puedan ser tratadas de forma sensacionalista. Luego, cuando el incidente acaba, el Sahara pasa a formar parte del baúl de los recuerdos, enterrado en  arena e invisibilizado para no molestar al reino alauí.

Hace tres días llegó una patera a Fuerteventura, con veintiséis saharauis. Nada más llegar, veinte de ellos pidieron asilo político, aduciendo la persecución y el acoso marroquí que sienten desde el violento levantamiento del campamento cerca de El Aaiún.

Ayer, sin ir más lejos, tres mujeres, dos de ellas españolas, fueron expulsadas de El Aaiún. El motivo: haber visitado a la familia del muchacho de catorce años que fue asesinado por las fuerzas marroquíes en la refriega.

Y es que Marruecos no se anda con chiquitas, sabedor de su apoyo internacional, hace y deshace a su antojo, sin respetar los derechos humanos y tiene la consigna de no aceptar la mínima manifestación a favor de la causa saharaui, impidiéndolo con la fuerza. 

Veremos --probablemente saldrá en algún medio alternativo-- si a esos veinte saharauis se les concede el asilo que han solicitado. Y por otro lado ya verán como el gobierno español no moverá un dedo, no pedirá ninguna explicación a Marruecos, por la expulsión de esas dos españolas.

Desgraciadamente, poco podemos hacer, salvo denunciar constantemente esta situación contra un país que se siente apoyado por la Comunidad Internacional y un pueblo vejado. A nuestro gobierno, que debería caérsele la cara de vergüenza, por la política a favor del monarca sátrapa, poco hay que decirle. Su bajeza y cobardía constantes les definen perfectamente.

Lo único que puedo hacer, es gritar: ¡VIVA EL SAHARA LIBRE! Con la esperanza de que ocurra un milagro, aunque sepa que los milagros no existen.

Salud y República