El salario emocional

Por Juan Carlos Valda @grandespymes
por Ivelisse Villegas

Dice un refrán que el dinero no lo es todo. Es verdad y está más que demostrado cuando conversamos o vemos personas que se quejan porque ganan muy bien en su trabajo, o tienen un esposo que satisface todas sus necesidades económicas, pero no tienen una compensanción de sus necesidades emocionales.

Desde hace algunos años se ha creado un nuevo tipo de sueldo que se abre camino en los sistemas corporativos y en todo el entorno familiar y social. Se trata del salario emocional, que se refiere a la compensación que ofrece una empresa permitiéndoles elevar el bienestar en la calidad de vida de sus empleados y en las relaciones de familias, de pareja y sociales.

Este salario se da o se adquiere simplemente con decir te quiero, qué bien lo hiciste, gracias, felicidades eres importante para nosotros… en fin, estas son algunas frases con la que se puede aumentar la producción de afectos y obtener los mejores resultados en una relación de trabajo o familiar, explican las psicólogas Martha Rodríguez de Báez y Carmen Bergés de Amaro. Ambas laboran en el Centro de Investigación y Ciencias de la Familia de la Universiad Católica Santo Domingo.

Explica que en el caso de las empresas, el salario emocional lo componen una serie de ayudas que las empresas brindan a sus trabajadores para que estos dispongan de más tiempo para su vida personal, más tranquilidad y menos estrés, algo que al final se traduce en un mejor y mayor rendimiento laboral, explica Rodríguez de Báez.

La nueva cultura corporativa busca en el salario emocional un acicate o motivación para que su personal se desarrolle de forma más distendida, productiva y satisfactoria, y de esta manera se apoya en el principio de ganar-ganar de una empresa.

En este sentido, se ha comprobado que la utilización del salario emocional impacta directamente en el aumento de la barra de rendimiento de un empleado, así como promueve la proactividad, la lealtad, el sentimiento de pertenencia y elevado sentido de compromiso; el salario emocional genera como valor agregado en el empleado un vínculo afectivo que traspasa las relaciones laborales, dice Bergés de Amaro.

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APOYO NO MONETARIO PARA LOS EMPLEADOS

La flexibilidad de horario, la formación continua y un entorno agradable de trabajo son otras de las formas que adopta el salario emocional.

Por eso, poco a poco el salario emocional va ganando terreno en un mercado donde las empresas cada vez más se dan cuenta que los empleados necesitan de cierto apoyo no monetario para conciliar su vida laboral y de familia.

El salario emocional en todas las áreas
Martha Rodríguez de Báez, del Centro de Investigación y Ciencias de la Familia de la Universiad Católica Santo Domingo, explica que la falta del salario emocional provoca en los trabajadores el síndrome del “quemado”, es decir, que pierden su motivación para continuar, por lo que la utilización de este salario como una nueva cultura organizacional para incentivar a su personal ayudaría a relanzar a las personas que presentan una producción mecánica y de relación superficial en la empresa. En este sentido el grupo Grass Roots señala ocho claves para motivar a un personal a través del salario emocional:

Ser transparente, todo el mundo necesita que le comuniquen abiertamente sus fortalezas en el trabajo.

Mantener una comunicación fluida, cuando las personas se sienten en continuo diálogo, está en contacto con el mundo emocional de la (s) otra (s) persona (s), lo cual permite construir el sentimiento de pertenencia.

Buscar la vinculación emocional empleado-empresa, de esta manera el personal se siente apoyado y acompañado en momentos trascendentales de su vida privada como cumpleaños, muerte, graduación y actos académicos de las parejas y los hijos, hasta tiempo de descanso cuando lo percibe agotados.

Identificar “las verdaderas” necesidades de los empleados, un trabajador debe entender que no siempre la empresa podrá satisfacer todas las necesidades por que pudiese convertir el sistema de trabajo en un caos para cumplir las metas de producción propuestas en la planificación del año.

No retrasar reconocimientos, genera el impacto positivo su reconocido en público durante los treinta días de ejecución o en la evaluación del trimestre (fotos como empleado del mes, placas de reconocimiento…).

No descuidar la supervisión, un trabajador que es estimulado continuamente eleva su desempeño, por lo tanto, la agenda del día tiene una probabilidad de ser ejecutada en un 80 por ciento.

Valorar adecuadamente las aportaciones, cada trabajador siempre tiene ideas que aportar, este aspecto refuerza la capacidad diferencial y de producción de cada persona dentro de su dimensión de ser único.

Tener presente que el dinero “no se recuerda”: el dinero siempre desaparece (debido a los compromisos de cada mes), mientras que la relación laboral permanece como un circuito energético intransferible.

Opciones favorables
La sicológa Carmen Bergés de Amaro informa que el trabajador con una paga emocional satisfactoria da de forma colateral, una extensión de este salario, a través de conductas que implican un mayor sentido de humor y un mayor acompañamiento de un clima positivo que es disfrutado por su familia y amigos y compañeros de labores.

Bergés de Amaro explica que todos estos factores promueven a su vez un estado psicológico que re-energetiza a cada trabajador para continuar aportándole a una empresa que le recuerda el maravilloso ser humano que es. Con este trato se compromete y se motiva a implicarse en el proyecto de su empresa a desarrollarse y a permanecer en ella.

Informa que el ser humano tiene necesidades que no son económicas como son de seguridad, logro y desarrollo, estas no pueden satisfacerse con dinero, por ende, se han convertido en los retos claves para el liderazgo el buen desempeño del empleado en la empresa, debido a que su carencia disminuye su desempeño y productividad.

La motivación (salario emocional) es un motor que impulsa al logro de metas tanto corporativas como personales ya que se busca resultados, reconocimientos y autorrealización.

Cuando una empresa aumenta el salario emocional reduce el ausentismo, el estrés y la enfermedad en los empleados.

También el salario emocional se da cuando la empresa aporta para que los empleados estén complacidos por medio de programas de capacitación, especialización y proyectos estratégicos, comedores, cuidados para los bebés, vacaciones a bajo costo, seguros médicos.

Cuando hay justicia y coherencia, calidad de dirección de negocios, de personas y una buena relación con el jefe y los compañeros se puede decir que el salario emocional se está dando.

Familia
En la familia también existe el salario emocional por ejemplo, la esposa que no trabaja fuera del hogar necesita ser recompensada mediante el reconocimiento de sus labores de ama de casa y la ayuda dentro de sus tareas por parte del esposo y de los hijos. A su vez los hijos necesitan elogios de sus padres por los comportamientos positivos.

Para lograrlo la familia debe tener cero tolerancia a las “críticas”: una familia que critica no tiene salario emocional. La alta valoración de sus miembros ayuda a elevar la autoestima. Recordemos esta frase “la meta y la actitud hacen posible la tarea”.

Autora Ivelisse Villegas -ivelisse.villegas@listindiario.com

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