El Salvador planta cara a las maras en las cárceles

El Salvador es uno de los países más peligrosos de América Latina- y por extensión del mundo. Su índice de asesinato se sale de la gráfica. En 2009 se registraron 4.367 asesinatos. Doce al día… Ni en países como Afganistán o Irak se alcanzan esas cifras. El Salvador tiene un cáncer que consume el país. Ese cáncer tiene nombre y apellidos. Son las Maras. Grupos de pandilleros- por ponerles un apelativo- que desangran el país y que son el mal endémico del país iberoamericano.

Esta semana la violencia mostró su lado más salvaje y más despreciable con el incendio de un autobús urbano en el que fallecieron calcinados 16 pasajeros. Los mareros se cobraron su sed de sangre y han puesto en jaque al gobierno… Mauricio Funes, presidente del país, ha aceptado el reto y ha movilizado a 1.5000 soldados para que tomen las cárceles más conflictivas y peligrosas del país para atajar de raíz posibles motines o ajustes de cuentas entre los mareros.

Funes asegura que las leyes son vitales para asegurar la estabilidad del país y para contener la violencia en el país con la mayor tasa de homicidios de la región. Para reducir estos índices de violencia, Funes propone considerar como delincuentes a los integrantes de las pandillas. "Esta ley debe complementar la labor policial en la lucha contra estas bandas", dijo el mandatario al presentar el proyecto en una cadena nacional, que, sin embargo, tendrá que salvar varios obstáculos.

Una medida similar ya había sido propuesta durante el mandato del ex presidente Francisco Flores. La llamada Ley Antimara, que preveía penas por pertenecer a las pandillas de hasta cinco años de prisión y que tomaba como prueba el simple hecho de llevar los tatuajes identificativos de las maras, fue declarada inconstitucional. Naciones Unidas, que rechazó desde un inicio aquella ley, exigió que fuera declarada inconstitucional. El FMLN, entonces en la oposición, también rechazó la medida.

Funes se ha defendido de las críticas argumentando que su ley no viola preceptos constitucionales: se encuentra en el marco de la Constitución, ha dicho. La iniciativa de Funes ha logrado el apoyo del Gobierno de Estados Unidos, cuyo encargado de negocios de la Embajada en San Salvador, Robert Blau, dijo que su país ve con buenos ojos la medida del presidente. Con ese respaldo, Funes ya ha ordenado a su ministro de Seguridad, Manuel Melger, que prepare la ley y la presente al Parlamento a la mayor brevedad.

El presidente también ha ordenado al Ejército tomar el control de las cárceles más peligrosas, en las que son frecuentes los motines y os ajustes de cuentas entre mareros rivales. Los militares, además, garantizarán la seguridad en los vecindarios que rodean las prisiones y redoblarán los controles de los puntos "negros" de las fronteras, por donde los mareros suelen entrar y salir a su antojo para cometer sus crímenes y escapar de la justicia.