Xochimilco se encuentra ubicado a unos cuantos kilómetros del centro de la ciudad de México, en este lugar se venera una imagen del niño Jesús conocido como el “Niño Pa” o “Niño Pan”. Este nombre que proviene del náhuatl, y significa “niño del lugar”; otros investigadores dicen que también se debe lo a que la imagen está hecha de una mezcla de migajón de pan; y otros que “Pa” también podría significa niño Padre.
La imagen a la que nos referimos es del siglo XVI y se considera muy probable que sea de las primeras imágenes del Niño Jesús en suelo mexicano. Debido a sus peculiares rasgos algo toscos, se piensa que fue hecha por manos indígenas bajo la supervisión de los franciscanos quienes evangelizaron la región. Los habitantes de Xochimilco tenían por patrón y adoraban al dios Huitxilopochtli en su infancia, los franciscanos aprovechando este peculiar culto, sustituyeron la devoción a la infancia de este antiguo dios mexica, por la de la infancia de Cristo para poder convertirlos. La imagen, según se cuenta, en un principio perteneció a Martín Cortés, hijo del conquistador Hernán Cortés y doña Marina “la Malinche”, quien puso la imagen en un oratorio en la población de Xochimilco que era administrado por los franciscanos. A la muerte de Martín Cortés la imagen quedó en donación al pueblo y la gente comenzó a hacerle peticiones, movidos claro está por la predica de los franciscanos y la superposición de cultos. Los herederos de Martín Cortés al ver la gran devoción que el pueblo tenía por la imagen decidieron que debería quedarse con ellos y de esta forma comenzaron las mayordomías que duran hasta el día de hoy.
Entre los milagros del Niño se cuentan que por las noches sale a visitar los cultivos y que a la mañana siguiente encuentran tierra en sus sandalias. Otra anécdota nos dice que durante la guerra Cristera los pobladores escondieron la imagen para que los soldados no lo destruyeran; al pasar éstos frente al lugar donde se ocultaba la imagen ésta desapareció de su vista. Muchos aseguran que también el niño visita a los enfermos en la noche y que se les aparece en sueños.
Las mayordomías al niño Pa son un caso particular puesto que la imagen permanece todo el año en la casa del mayordomo y sólo es llevado a la parroquia del 24 de diciembre al 2 de febrero, fecha en la que es la fiesta del niño Pa y en que se cambia de mayordomo y la imagen es entregado al nuevo custodio, el que tiene diversas tareas, como:
1. Rezarle el rosario todos los días y mandarle a decir misa mensualmente.
2. Llevarle a visitar a los enfermos y a todos aquellos que soliciten la visita de la imagen.
3. Instalarle un altar a su casa donde diariamente debe permitir la entrada de las personas a venerar a la imagen.
4. Organizarle el novenario y buscar a las personas que quieran patrocinarlo, el cual va del 16 de diciembre al 24 del mismo mes fecha en la como ya se dijo la imagen es llevada a la parroquia para las celebraciones de la Navidad.
Es una lista enorme la de las personas que se anotan para poder tener la mayordomía del niño por todo un año, la lista está completa hasta el año 2037. Muchas personas esperan hasta diez años para poder tenerle, y en otros casos son los padres quienes lo piden para que, cuando llegue el tiempo, sea a sus hijos a quienes les toque recibirlo. No cualquiera puede estar inscrito en esta lista pues se debe ser poblador conocido de Xochimilco. La imagen recibe miles de obsequios en agradecimiento de sus milagros, como potencias en oro, juguetes que se cuentan por cientos y que solo permanecen un mes con el Niño, porque al transcurrir este periodo son donados a las casas hogares. En el caso de los juguetes sucede otra manifestación más, pues muchos cuentan que han visto o escuchado como el niño Pa juega en persona con sus juguetes; las canicas dicen que son sus preferidas y los carritos de juguetes. También posee más de tres mil ropones que le han obsequiado.
Esta devoción tiene también su contraparte pues muchos la han considerado como idolatría debido a los cuidados excesivos que recibe la imagen, como el acto de ponerle alimentos, al anochecer se le arropa y se le acuesta en una cuna como si fuera un niño de verdad, y situaciones como estas han propiciado que muchos piensen que este culto está entre lo sacro y lo pagano.
André Efren Ordoñez Capetillo.
Pues a mi todas estas devociones ma parecen muy bonitas y positivas. Podrá haber excesos, según nuestra fe "racional" y "adulta", pero ello no quita que Jesucristo otorgue amplias bendiciones a quienes le honren y le amen, de la manera que sea. Es cierto que la imagen es tosca, pero tiene la belleza de lo artesanal, lo sencillo, lo hecho sin gran talento, pero con cariño. Ah, y yo también he vestido y arropado imágenes del Niño Jesús, con ropa de mi hija. Recuerdo una Navidad muy fría y nos daba pena dejar al Niño así, con un triste pañal... ternezas que tiene uno.
Ramón.