Los expertos alertan a quienes deciden no vacunar a sus hijos que si enfermedades como el sarampión casi se habían erradicado, se debe a las inmunizaciones
Hace justo siete años el sarampión parecía casi erradicado en España, con solo dos casos detectados. No obstante, en todo este año se han contabilizado más de 1.300 y, en algunas zonas de Europa, como Francia, se han registrado incluso muertes por la enfermedad. Otros afectados han desarrollado graves complicaciones asociadas. La alerta es patente, dado que se achaca esta reincidencia a la falta de vacunación de una gran cantidad de niños, motivada por ideologías en contra de las inmunizaciones, no solo por parte de las personas que carecen de recursos.También se han diagnosticado casos de otras enfermedades casi erradicadas, como la tos ferina, la parotiditis, la rubeola o la polioEsta alerta adquiere mayor importancia ante los posibles motivos que, según los expertos, han favorecido el rebrote: la falta de inmunización infantil tanto por ideología paterna como por falta de recursos. Otro gran grupo de afectados lo forman personas de 25 a 40 años que crecieron cuando no se disponía de vacunación universal y no enfermaron de pequeños. Tal es la preocupación por las autoridades que algunas, como la Generalitat de Catalunya, han tomado la decisión de que los padres que no vacunen a sus hijos en Cataluña firmen un documento en el que conste que se les ha informado de los riesgos que puede comportar para la salud de sus descendientes. Los profesionales recordarán a los padres los problemas que puede ocasionar su decisión, no solo para sus hijos, sino para el conjunto de la comunidad donde viven. Respecto a esta cuestión, los expertos estiman que para frenar la transmisión del sarampión es necesaria una cobertura de vacunas infantil superior al 95%. En España se cuenta con una de las cifras mundiales más altas de inmunización en la población infantil. La primera dosis en 2007 alcanzó el 97,2%. Además del sarampión, también se han diagnosticado nuevos casos de enfermedades casi erradicadas, como la tos ferina, la parotiditis, la rubeola o la polio, también, según los expertos, por la negativa de los progenitores.