Con un tamaño de un autobús, el Satélite de Investigación de Atmósfera Superior (UARS), caerá probablemente en la Tierra alrededor del viernes 23 de septiembre, de acuerdo a las últimas proyecciones de la NASA. Existe una probabilidad de 1 en 3.200 de que los restos de UARS impacten sobre una persona, aunque la NASA considera que ese escenario es extremadamente remoto.
"Se espera que la reentrada sea el 23 de septiembre, más o menos un día," dijeron funcionarios de la NASA en un comunicado publicado el domingo 18. Eso significa que para el sábado 24 UARS debería ingresar a la atmósfera y destruirse.
Los expertos de escombros espaciales de la NASA, predicen que 26 grandes fragmentos del satélite sobrevivirán a las elevadas temperaturas de la reentrada en la atmósfera. Pero el lugar donde caerá el satélite es incierto.
Los funcionarios de la NASA dijeron que la zona de caída de los escombros del satélite UARS podría ser en cualquier lugar entre las latitudes norte de Canadá y sur de América del Sur.
El satélite debería reentrar en una trayectoria de 804 kilómetros, de acuerdo a los funcionarios de la NASA. Ya que el 75% de la Tierra está cubierta por océanos, existe una alta probabilidad de que el satélite haga su ingreso sobre un área de mar o una porción de suelo remota, no habitada, según afirmó a Space.com Victoria Samson, Directoria de la Oficina de Washington de la Fundación Mundo Seguro, una organización dedicada al uso pacífico del espacio.
Si el satélite cayera mientras vuela sobre un área poblada, los observadores en la Tierra verían una luz brillante, dijo Nick Johnson, científico principal del Programa de Escombros Espaciales de la NASA en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, dijo el pasado 9 de septiembre.
El domingo pasado, UARS estaba volando a una órbita cuyo punto de mayor altura estaba a 240 kms. sobre la Tierra. Pero el 8 de septiembre, la altura máxima era de 275 kms. UARS pasa cada vez más cerca con cada órbita.
El enorme satélite mide 10,7 metros de largo y 4,5 metros de ancho y se ha estado cayendo más rápido de lo que se había anticipado, debido a un aumento de la actividad solar durante la última semana. La actividad solar puede causar que la atmósfera de la Tierra se caliente y expanda, aumentando el frenado de naves con órbitas bajas.
El Comando Estratégico de Estados Unidos en la Base Vandenberg de la Fuerza Aérea en California y la NASA están vigilando a UARS, pero afirmaron que sólo serán capaces de predecir el punto de impacto, con un margen de 10.000 kilómetros cerca de 2 horas antes de la reentrada debido a su naturaleza impredecible.
La NASA lanzó a la nave de 750 millones de dólares en 1991 para estudiar la capa de ozono y otros compuestos químicos en la atmósfera superior de la Tierra para comprender mejor su papel en el clima terrestre. El satélite fue inicialmente diseñado para una misión de tres años, pero operó por 14 años hasta que los nuevos satélites lo hicieron obsoleto.
UARS fue desactivado en diciembre de 2005 cuando la NASA ordenó el encencido de sus impulsores una vez más para usar todo su combustible y ubicarlo en una caída de varios años en la atmósfera terrestre.
Si cualquier fragmento del satélite cayera sobre o cerca de un área poblada, la NASA y el ejército de Estados Unidos advierten al público para que no toquen los restos de UARS. Se deberá llamar a las autoridades policiales, ya que cada parte del satélite siguen siendo propiedad del gobierno de Estados Unidos.
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Fuente: Space.com