El artículo sobre el secreto de la cadena de oro, se basa en un misterio que descubrí a los siete años: el extraño modo con que Osorio firmaba sus fabulosas tiras. Yo seguía esa serie llegando a pagar diez centavos semanales al quiosquero para que me dejase revisar esas y otras historietas, al no tener dinero para comprar el diario. En ese quiosco miraba también a diario todas las revistas que no podía comprar, Creo que de esa frustración nace mi afición a coleccionar
Como justificación puedo decir que esa forma de firmar me intrigaba y me sigue intrigando. Los dibujantes son como los artistas, una suerte de hombres públicos. Se deben a sus lectores, y estos se sienten con derecho a urgar en el ámbito privado. Acaso sea este el precio con el que los artistas deben de pagar su deuda eterna.
El secreto de la Cadena de Oro, la historieta mític de los años 50 de Osorio vista desde los ojos de un fan declarado y muy bien enterado, Humberto Costa que le dedica el primer post de la reaparición de Batiborrillo Comic.